Por Jorge Martín Neira.
Los próximos días 15 y 16 de Octubre va a tener lugar en Madrid un encuentro internacional del movimiento europeo por la Renta Básica UBIE (Unconditional Basic Income Europa). UBIE surge a raíz de la Iniciativa Ciudadana Europea por la renta básica que tuvo lugar en 2013 y que recogió cerca de 300.000 firmas electrónicas con el propósito de que se debatiera la Renta Básica en el Parlamento Europeo. La reunión la organiza la MAREA BÁSICA CONTRA EL PARO Y LA PRECARIEDAD POR UNA RENTA BÁSICA YA, movimiento surgido en España también a raíz de una recogida de firmas masiva como fue la Iniciativa Legislativa Popular por una Renta Básica Estatal que se desarrolló a lo largo de 2014 y recabó 150.000 firmas en papel por todo el estado.
Desde entonces hasta ahora la Renta Básica, como nuevo modelo de seguridad social para el siglo XXI, seguridad universal que alcanza a todas las personas por derecho, ha realizado amplios progresos hacia su implantación en todo el mundo y especialmente en Europa. En Finlandia se va a realizar un experimento de renta básica a partir de 2018, también se van a realizar experimentos en Utretch y varias ciudades holandesas, así como en la región francesa de Aquitania, promovido por los verdes franceses; también son buenas las expectativas en Islandia ante la previsible victoria del Partido Pirata en las elecciones. Mientras tanto ha habido además un referéndum en Suiza, que aunque ha sido derrotado, ha significado un avance muy significativo para poner sobre el tapete la cuestión de la necesidad de la Renta Básica, con un amplísimo debate público y artículos sobre el tema en los principales medios de comunicación internacionales.
En España, después de que varios partidos la propusieran en sus programas para las elecciones europeas (EQUO, Podemos, ANOVA y BILDU), junto con el impulso de la ILP y la actividad incansable de la Red Renta Básica (Daniel Raventós, Jordi Arcarons, David Cassassas y otros) incluido un supuesto de financiación a través del IRPF que demuestra claramente la factibilidad de la medida, la Renta Básica está situada en el primer plano del debate social y político. A ello contribuye también el creciente movimiento contra el paro y la precariedad articulado a través de la MAREA BÁSICA.
Aunque la Renta Básica es una medida que se viene proponiendo desde las últimas décadas del siglo XX, la evolución del sistema del empleo, la creciente precariedad, la enorme bolsa de paro estructural desencadenada por el neoliberalismo, combinado con un desarrollo tecnológico que permite prescindir de numerosos puestos de trabajo en el sistema del empleo, la crisis de los sistemas de seguridad social y el enorme coste burocrático y la insuficiencia de unos subsidios condicionados que sitúan a muchas personas como ciudadanos de segunda clase, hacen cada vez más urgente la implantación de un sistema de seguridad social que alcance a todas las personas, que no esté vinculado al empleo y que se reciba por derecho.
La renta básica es un sistema de solidaridad universal, por el que todo el mundo aporta proporcionalmente a su renta y al mismo tiempo todo el mundo recibe, de tal manera que a una parte de la sociedad se le compensa lo que aporta con lo que recibe, los más ricos aportan más de lo que reciben, los que menos tienen reciben más que aportan y los que están por debajo de un cierto límite de renta reciben la renta básica neta. Un ejemplo de la viabilidad del sistema lo podemos encontrar en el modelo desarrollado por la RRB. Este sistema permite garantizar que cualquier persona que repentinamente y por la circunstancia que sea adversa de la vida (enfermedad, pérdida del empleo, vejez, quiebra, etc.), entre en situación de crisis, sepa con seguridad que al menos va a disponer de la renta básica neta y libre de impuestos, así mismo, al menos teóricamente, es un sistema de erradicación de la pobreza extrema, al situar automáticamente a cualquier persona al menos en el umbral de pobreza. Es una forma de equidad y de redistribución de la riqueza. La renta básica fomenta la igualdad de oportunidades al estar garantizada a todas las personas desde su nacimiento y favorece enormemente la libertad para que cada unx pueda decidir lo que quiere hacer con su propia vida. 
También permite desarrollar proyectos económicos y de vida alternativa, favoreciendo el desarrollo de un nuevo modelo de sociedad no productivista y decrecentista, la vuelta al campo, la economía social y colaborativa y la actividad artística. Es, además, una manera de reconocer y compensar económicamente los trabajos de cuidados, que históricamente han desarrollado más mujeres que hombres, generando un estado de dependencia económica para las personas que los realizan.
Las características de la renta básica es que debe ser individual, para cada persona; universal, para todas las personas; incondicional, sin condiciones previas, como derecho de ciudadanía, y suficiente para vivir con dignidad y poder participar en la vida pública en igualdad de condiciones.
La renta básica es una forma de desarrollar el principio de que todas las personas tienen derecho a la protección económica en caso de necesidad, planteado en la Carta Social Europea, y tiene al mismo tiempo un fuerte componente emancipatorio que permite vislumbrar otro tipo de sociedad.