En España se matan a unos 75.000 galgos y otras razas de perros tras el fin de la temporada de caza.
Durante todo el año se abandonan animales, pero febrero es un mes especialmente significativo en cuanto al abandono de galgos, podencos y otras razas.
Con el final de la temporada de caza, decenas de miles de estos animales son abandonados, maltratados, tiroteados, apaleados o colgados vivos, al no ser ya útiles para la caza. Hablamos de unos 75.000 galgos y podencos los que se matan en España, contraviniendo el Art. 337 del Código Penal por lo que es un delito de lo que hablamos, además de ser una práctica éticamente reprobable.
Esto se debe a la cría masiva de estos animales, para lo que muchas hembras son obligadas a tener camadas de forma indiscriminada hasta que son desechadas, con el objetivo de reponer a los perros que dejaron de ser «útiles». Ante esta situación se debería hacer un control y seguimiento para evitarla, ya que esta práctica lo que genera es más sufrimiento y maltrato.
Los pocos que tienen la suerte de ser rescatados, arrastran secuelas por el maltrato recibido, el cual no se limita al momento del abandono, sino durante toda su vida, en muchos casos hacinados en pequeños espacios, de los que apenas salen para ir a cazar o ser entrenados con prácticas tales como ir atados a vehículos en movimiento para “entrenarles”: causándoles, en muchos casos, graves heridas.
Somos las vecinas y vecinos de estos maltratadores los que debemos tomar conciencia sobre el problema, además de perder el miedo a denunciar estas y otras prácticas de maltrato hacia estos animales. De hecho, la Guardia Civil y la Policía tienen equipos especializados en este tipo de delitos.
Pero siempre hay esperanza. Estos días hemos sido testigos del rescate de una joven galga en estado de desnutrición y con un gran miedo hacia los humanos, por un compañero de EQUO y su pareja, abandonada muy posiblemente por un cazador al que ya lo le servía. Ella ha tenido la suerte de ir a un lugar donde se la cuidará y posiblemente vuelva a confiar en los humanos, y tenga la oportunidad de ser adoptada por una familia que la quiera y trate como realmente se merece, con amor y respeto.
Por desgracia, la mayoría sigue muriendo hoy en las carreteras, atropellados, por inanición o colgados de los árboles, sin la oportunidad de conocer una vida mejor.
No se justifica ni por tradición, ni por los intereses económicos de unos pocos, que tantos animales mueran en España. Los galgos y otras razas de perros son considerados objetos que se desechan cuando ya no sirven para la caza, ya sea por algún defecto físico, accidente o enfermedad, o simplemente, porque tienen más perros de los que necesitan.
Desde EQUO queremos cambiar esta realidad y aplaudir y animar a toda la buena gente que acoge a estos animales. Afortunadamente existen muchas personas y organizaciones sensibles ante este grave problema.
¿Qué podemos hacer? Salir a la calle a manifestarnos para pedir el fin de estas prácticas, uniéndonos a la manifestación convocada por la Plataforma NAC, No A la Caza con Galgos y otras Razas, como este 5 de febrero en Sevilla.
Os dejamos como ejemplo el rescate por parte del Seprona de unos galgos arrojados a un pozo en Osuna: