Atravesamos una grave crisis no sólo económica sino también social, ecológica, política y ética en la que frecuentemente las personas nos sentimos indefensas, a merced de poderosos intereses cuya procedencia y objetivos no conocemos bien. Por eso es más importante que nunca que conozcamos y usemos nuestras capacidades para reaccionar ante esta situación y cambiarla. Y una de ellas, muy importante, es nuestra condición de consumidores. Ejercerla de forma consciente y responsable es, a nuestro juicio, una obligación ciudadana, si queremos salir de la crisis en que nos han metido.
Rechazamos el consumismo desaforado y apostamos por un consumo orientado a satisfacer nuestras necesidades de forma solidaria con las necesidades de las otras personas, de los demás seres vivos y de los recursos limitados de la Tierra que habitamos. Porque reactivar la economía no consiste en rescatar bancos. Reactivamos la economía cuando realizamos un consumo responsable.
Preferimos acudir a los comercios de nuestro pueblo porque así el dinero se queda en manos de las familias más cercanas, se reparte mejor y proporciona más posibilidades de empleo y calidad de vida en nuestro entorno. En cambio, las grandes superficies y cadenas comerciales concentran cada vez más riqueza en menos manos, frecuentemente empresas multinacionales, que ofrecen condiciones laborales precarias, controlan las redes de distribución y aumentan sus beneficios a costa de imponer a los productores precios muy bajos.
Acudiendo al pequeño comercio contribuimos al resurgimiento económico y social de nuestras calles, estableciendo relaciones de proximidad que nos permiten obtener los productos y servicios que necesitamos sin tener que desplazarnos en coche, con las repercusiones que ello tiene en gasto, impacto ambiental y sobrecarga del tráfico. En nuestro pueblo tienes casi de todo lo que necesitas, sin necesidad de ir a Sevilla a las grandes superficies o centros comerciales, ya sean de comestibles, ropa, muebles, etc.
Creemos que desde todas las Administraciones Públicas se debe apoyar, de forma efectiva y real, al pequeño comercio: asesorando y agilizando los trámites burocráticos, haciendo campañas de promoción en distintas épocas del año e incluso, siempre que sea posible, realizando sus propias compras de bienes o servicios en comercios locales, contrataciones de empresas, etc.
También hacemos un llamamiento a los propios comerciantes para que apuesten por su futuro con una visión también responsable y solidaria: apoyando a los productores y artesanos locales, cuidando las condiciones laborales y el impacto ambiental de sus actividades, dotándose de proveedores y productos locales, proporcionando a los clientes servicios y productos de calidad, y desarrollando nuevas iniciativas de comercio justo, economía solidaria y apoyo a la producción agroecológica, tan importante en nuestra tierra.
Así pues, asumiendo el protagonismo crítico y responsable que como ciudadanas y ciudadanos nos corresponde, impulsemos el pequeño comercio de proximidad como elemento esencial de una economía más equitativa y sostenible, de unas calles con más vida y un pueblo a la medida de las personas. Eso sí, recuerda, cuando vayas a comprar ve caminando o en bici, ganas tú y ganamos todos.
Toma partido y participa con EQUO apuntándote en http://unete.partidoequo.es