Jaén, ¿Dónde queda eso?

No he viajado mucho, desde luego mucho menos de lo que hubiera deseado, pero por circunstancias de la vida tengo la fortuna de conocer a personas en más de 30 países de 5 continentes, Perú, Chile, Argentina, Estados Unidos, Canadá, Francia, Holanda, Alemania, China, Indonesia, Australia…

Si hay algo que se ha repetido casi sin excepción cuando inicié mi relación con todos estos amigos y amigas, fue la pregunta “Where is Jaen?”. Es muy triste para un jiennense como yo tener que utilizar Granada, Córdoba, Málaga o Almería (no digamos Sevilla) como referencia para ubicar Jaén en el mapa del mundo. Granada tiene la Alhambra, Córdoba la Mezquita, Málaga la Costa del Sol, y Almería a David Bisbal (Sevilla tiene la gitana y el paso de Semana Santa, eso ya son palabras mayores). Sea como sea, casi todas nuestras provincias vecinas tienen símbolos que las hacen reconocibles en buena parte del mundo. Jaén no tiene símbolos populares más allá de nuestras propias fronteras, o quizás es que no hemos sido capaces de crear una marca, una identidad propia, algo de lo que sentirnos orgullosos cuando salimos fuera de la patria chica.

¿Hace falta que el Real Jaén suba a primera y venza a domicilio al Real Madrid 0-8 para que Jaén tenga su símbolo, su icono por el que se le reconozca en ultramar? No creo ¿no? No podemos seguir esperando a que alguna gesta heroica de nuestro equipo (bastante gesta será que supere el concurso de acreedores que atraviesa) o de algún o alguna honorable jiennense catapulte nuestro nombre al panorama internacional. Entre otras cosas, porque eso serían simples anécdotas que no atraerían la inversión, no atraerían el turismo y no generarían riqueza.

Sin embargo la modesta Jaén tiene algo suyo, que no Granada, ni Córdoba, ni Almería, ni siquiera Sevilla. Jaén tiene más de 300.000 hectáreas de espacios naturales, la mayor superficie de naturaleza y espacios forestales de todas las provincias españolas. Oigan ustedes, políticos y políticas de Jaén, que tantas hectáreas de naturaleza no solo son para pasear, para comerse una paella donde esté permitido hacerla, o para hacer documentales en Canal Sur 2. Resulta que la mayor riqueza de un territorio son sus recursos naturales y sus materias primas, y a Jaén le sobran.

EQUO Jaén considera una de sus mayores preocupaciones el transformar el patrimonio natural de nuestra provincia en un símbolo que proyecte la imagen de Jaén en el exterior, comenzando por los países donde tradicionalmente reside nuestro mayor semillero de visitantes (Francia, Reino Unido, Alemania, Japón, cada vez más China…) y siguiendo por el resto del mundo occidental y economías emergentes del planeta. Del mismo modo que se ha creado una red comercial privada y globalizada para el aceite de oliva de Jaén, es urgente crear una oferta global pública de información turística que sitúe a nuestra provincia como el paradigma del turismo rural y natural de montaña de la cuenca mediterránea en particular y de Europa en general.

EQUO Jaén concentrará buena parte de los recursos económicos destinados a políticas públicas de empleo y de desarrollo rural, tanto aquellos de origen provincial, como autonómico, nacional o europeo, a estimular la creación de microempresas y PYMES relacionadas con el turismo rural, el turismo de naturaleza, las actividades deportivas y culturales en el medio rural, el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales con fines turísticos y educativos, la inversión en instalaciones de energías renovables rentables económica y ambientalmente, el marketing y la difusión nacional e internacional de la marca Jaén, o el repoblamiento de las áreas rurales despobladas durante los últimos años.

EQUO Jaén primará que el capital humano y económico para todos los proyectos enunciados anteriormente sea de nuestra tierra, y que antes que nadie, sean nuestros vecinos y vecinas los primeros beneficiarios de cualquiera de las producciones de bienes y servicios que de dichos proyectos se derivasen.

EQUO Jaén luchará porque nuestros espacios naturales protegidos dejen de ser percibidos por sus habitantes como lugares inhóspitos donde la actividad de aprovechamiento está restringida en exceso, porque conservación y explotación son conceptos que pueden compatibilizarse; de hecho, existen muchos ejemplos de que la peor forma de conservar un ecosistema humanizado es deshumanizándolo. En este sentido, que los habitantes de nuestros espacios naturales se sientan integrados en un mercado turístico próspero, fuente de sus ingresos y de su futuro, creará un indudable feedback entre gente y entorno que permitirá una preocupación por la conservación del segundo cada vez mayor, en tanto que éste sea percibido como una fuente real de riqueza.

Porque ya va siendo hora de transformar nuestro patrimonio natural inmaterial en riqueza real, en puestos de trabajo que dependan directa o indirectamente del monte, de la sierra, de la naturaleza, del viento, del agua y del sol. Porque ya va siendo hora de que las zonas rurales de Jaén pasen de ser el culo del mundo a ser tierras prósperas y con futuro. Porque ya va siendo hora de que los jóvenes y no tan jóvenes de nuestras comarcas rurales dejen de abandonar sus pueblos, porque así los dejan huérfanos de oportunidades de desarrollo. Porque ya va siendo hora de que nos sintamos orgullosos y podamos presumir allá por donde vayamos de ser naturales, como Jaén.

SOBRE EL AUTOR

José Lietor
José Lietor

José Lietor es coordinador general y cabeza de lista a las elecciones andaluzas por EQUO Jaén. Profesionalmente se dedica a la formación medioambiental y es doctorado en ecología forestal. Es socio fundador y Secretario de la Sociedad Giennense de Historia Natural, y miembro de la comisión socioeconómica del Consejo Sectorial de Sostenibilidad de la Agenda 21 de Jaén.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 ideas sobre “Jaén, ¿Dónde queda eso?”