Este 4 de junio hacemos un año. Sí, EQUO cumple su primer año de existencia y como ocurre con el primer año de la vida de los humanos, ha estado cargado de sorpresas, aprendizajes, sobresaltos y sobre todo, mucho amor.
Porque en solo 365 días hemos cubierto con éxito el nacimiento de un proyecto enorme en ideas e ilusiones, hemos afrontado dos citas electorales de primera magnitud, hemos aprendido a hacer política, pero sobre todo, hemos unido un montón de buenos corazones cuyo único propósito es construir un mundo mejor.
Los ya clásicos sambenitos de ecologistas, verdes, anticapitalistas y utópicos han sido solo una piedra más en un camino lleno de obstáculos. Sociedad aletargada, atemorizada y desinformada, desinterés por la política, veto en medios de comunicación, sistema electoral en beneficio de los de siempre, democracia irreal…
Sin duda alguna, lo que peor hemos llevado durante este primer año de existencia, y en especial durante los meses más recientes, es la frustración de sabernos una fuerza política capaz de revertir el caos económico, político y social en el que se han convertido Andalucía y España, pero sin la capacidad de hacer llegar nuestro mensaje a la gente, un mensaje que la inmensa mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de este país compartirían sin dudar, porque es un mensaje basado en el sentido común, en la independencia económica y política y en las ganas de vislumbrar un nuevo horizonte, donde la justicia, la salud, la fraternidad y la solidaridad se impongan a la individualidad, la competencia y al crecimiento como fin en sí mismo.
Pero lejos de desanimarnos, el escenario socioeconómico dantesco al que nos enfrentamos ahora, nos motiva para seguir trabajando con más fuerza, para seguir llamando a los jiennenses a acercarse a nuestro partido a conocer al grupo humano que lo formamos y para cambiar el orden de cosas establecido. No vamos a parar en nuestro empeño, porque la situación es muy grave, porque cada día que pasa el abismo está más cerca, porque lo que tenemos no sirve, porque el ciudadano siempre tiene la razón, porque es urgente el cambio, por eso vamos a seguir trabajando con prisa pero sin pausa.