La situación política, económica y social ha terminado por deslegitimar la propia autoridad. No hay ninguna institución -parlamento, senado, gobierno, corona, poder judicial, etc.-, ni entidad -partido político, sindicato, organización social, sectorial, etc.-, que no escape al descrédito de los ciudadanos. Todos los acuerdos alcanzados en la transición y las instituciones derivadas de esos acuerdos han acabado mostrando su ineficacia y haciendo ver que este sistema no sirve a la ciudadanía.
Ante esto se hace necesario acordar una hoja de ruta que nos permita iniciar con garantías una segunda transición para, en primer lugar, salir de esta crisis con transparencia y democracia directa que nos aseguren que no vuelva a suceder lo que ha sucedido y, al mismo tiempo, diseñar un nuevo modelo político, económico, social y ambiental situado enfrente del de los lobbies financieros, inmobiliarios y energéticos y cuya prioridad sean las personas y, por ende, la lucha contra las desigualdades.
Una de las piezas de este puzle, que debe ser construido entre todos y todas, es la verdadera elección de la forma de estado que creamos más legítima para un país democrático como el nuestro.
Ante esto, la propuesta de EQUO se orienta a la convocatoria de un referéndum constituyente sobre el modelo de estado en el que la ciudadanía pueda elegir entre Monarquía y República.
Nuestro modelo consiste en una República Ciudadana, (donde las ILPs, los reférendums y los programas vinculantes sean elementos clave y con una Ley Electoral que represente a la pluralidad de la sociedad española), Sostenible (donde la economía esté al servicio de las personas y el modelo productivo abandone la especulación), Social (donde los derechos básicos como la sanidad, la educación y la vivienda estén garantizados constitucionalmente), Laica (que respete la separación entre iglesia y estado y en la que ésta no reciba financiación pública) y Federal (que responda a la realidad de un Estado Plurinacional).
Ha llegado la hora de -aprendiendo de los errores del pasado, poniendo en valor los conocimientos y las experiencias acumulados por nuestra sociedad en estos años de democracia incompleta y, finalmente, extrayendo de nuestro ADN toda la capacidad de consenso y positivismo de la que seamos capaces- apostar por un estado republicano que mire hacia al presente y al futuro con las garantías de que las decisiones que tomemos sean las que decidamos y no las que nos impongan.
Diego Rodríguez, co-portavoz EQUO Córdoba