El partido verde recuerda que en Rota estuvo prohibido unos meses entre 2015 y 2016 gracias a la moción presentada por la agrupación de la que formaba parte
Ya se prohibió en 2020 su uso en espacios naturales de la provincia y desde 2015 está prohibido su uso en Puerto Real a iniciativa del partido verde en el gobierno de esa ciudad
Verdes Equo y el Partido Verde Europeo han solicitado a la Comisión Europea que no renueve la licencia del glifosato y ponga fin a la venta y uso de este pesticida, para proteger nuestra salud, la calidad de las aguas y los ecosistemas.
El glifosato es un herbicida no selectivo que se usa para eliminar a la mayoría de las plantas mal llamadas malas hierbas, y se emplea tanto en los procesos de preparación del campo antes de la siembra, así como para la limpieza del terreno y calles y acerados de las ciudades.
El grupo verde Eeuropeo en colaboración con Pesticide Action Network Europe, y la coalición Stop-Glyphosate examinaron muestras de agua en 12 países europeos en octubre de 2022, tras la temporada de cultivos, para ver el alcance de la contaminación derivada del uso de herbicidas a base de glifosato.
Este estudio detectó glifosato en 17 de 23 muestras de agua de río (74%) de 11 de los 12 países. Cinco de las 23 muestras de agua (22%) recolectadas en Austria, España, Polonia y Portugal contenían niveles de glifosato que excedían el límite seguro para sustancias activas de pesticidas y sus metabolitos en el agua potable, lo que las hace inadecuadas para el consumo humano.
Estos resultados y los datos científicos y de seguimiento sobre la contaminación de nuestras aguas con glifosato subrayan que el uso actual de productos a base de glifosato puede conducir a una exposición generalizada y casi inevitable a esta sustancia peligrosa.
Sin embargo, la Comisión Europea tiene previsto presentar su reglamento de renovación a los Estados miembros el 15 de septiembre, lo que podría prolongar su uso 15 años más.
Por todo ello, desde Verdes Equo estimamos que es urgente una prohibición europea del glifosato para proteger nuestra salud y la calidad de nuestras aguas. La Comisión Europea y los Estados miembros no deberían renovar la licencia de glifosato y eliminar gradualmente el uso de productos a base de glifosato.
Sobre esa eliminación gradual hay que recordar que en 2020, la decisión del delegado territorial de Cádiz de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible, Daniel Sánchez, de prohibir el uso del venenoso glifosato en espacios naturales protegidos de la provincia fue recibida con satisfacción en el partido verde, pero no podemos quedarnos en su prohibición en sólo unos pocos espacios, dado que su toxicidad afecta a la salud de personas, animales y medio ambiente, y se traslada a los acuíferos.
Recordemos también que en noviembre de 2015 se aprobó por unanimidad del Pleno en Rota, la propuesta elevada desde Sí se Puede para su prohibición en el término municipal de Rota, donde sólo durante 7 meses fue aplicada, debido a una nueva moción del PSOE en junio de 2016, que aprobaba su uso de nuevo, con una serie de parámetros y avisos de cartelería en las zonas de uso que no se están cumpliendo.
Por ello ahora se debería reforzar la lucha que Rota emprendió hace tiempo contra este tóxico, como ya realizó Verdes EQUO desde el gobierno de Puerto Real, ciudad vecina que desde 2015 con Verdes EQUO a cargo de la concejalía de Medio Ambiente, decidiera prescindir de su uso tanto en el Ayuntamiento como desde empresas públicas.
Es importante señalar además que Puerto Real tiene aprobada la Ordenanza para reducir la exposición de la población y el medio ambiente a disruptores endocrinos, que de facto prohíbe la utilización de este venenoso herbicida por los servicios municipales. Ordenanza impulsada por Verdes EQUO, una norma local pionera en nuestro país, que fue elevada a pleno en Rota, donde sin embargo fue rechazada.
Recordar finalmente que aún hay administraciones como la Diputación de Cádiz que siguen haciendo uso de este producto en infraestructuras de su competencia, como es la carretera del camino de Santa Teresa CA-3400, dónde operarios de esta administración pública hacen uso del glifosato para tratar los márgenes de la citada carretera, a escasos metros de las tierras agrícolas que nos alimentan.