Verdes Equo propone ante el Consejo Sectorial de Medio Ambiente los retos para adaptar la costa al cambio climático y defender el paraje natural de Punta Candor
El partido verde también propuso apoyar a la Plataforma por el tren en Costa Noroeste
Los retrocesos de línea de costa por subida del nivel del mar, la erosión en playas, dunas y acantilados y la inundación de playas con consecuencias como la pérdida de humedales emblemáticos como Doñana, son amenazas que apenas se intuyen en el debate político, como si fuese algo de ciencia ficción o muy alejado en el tiempo, justo lo contrario de lo que alertan todos los informes de organismos, instituciones y universidades para dentro de sólo una a dos décadas en la depresión del Guadalquivir donde nos encontramos, uno de los puntos más vulnerables a los efectos del cambio climático.
Además nos advierten de los cambios en la operatividad de los puertos, la afección a la población por las inundaciones constantes y los daños permanentes a infraestructuras de todo tipo.
Se pueden destruir cultivos por la salinización de las capas freáticas y pozos, desaparición de negocios y playas destinadas al ocio o al turismo, así como viviendas y parte de la trama urbana costera de la ciudad.
Sin duda Rota no está exenta ante esta amenaza, y el impacto social y económico ante las pérdidas del sector turístico sería muy elevado.
Por ello Verdes EQUO propuso en el Consejo Sectorial de Medio Ambiente celebrado ayer, que el gobierno municipal estudie, lidere, e implique al resto de administraciones competentes, al establecimiento de soluciones ante los riesgos climáticos en nuestro litoral, que el efecto del calentamiento global acarrea.
El partido verde también propuso el estudio e implantación de una zona de especial protección para el espacio natural de Punta Candor, en el que estén implicados todos los niveles de la administración, si no queremos perder en breve, el valor natural y turístico de esa zona tan demandada y sobrevisitada especialmente en verano.
Un espacio que alberga especies en peligro como el camaleón y el chorlitejo, sus nidadas, y cuyas dunas, vegetación y suelos están dentro de la protección de la zona marítimo terrestre, en el intervalo de 100 a 200 metros desde la pleamar.
Por ello los suelos públicos de la zona deben ser mantenidos, limpiados y reforestados, como indicaron desde la delegación que se acometería en el suelo de la parcela destinada a los conciertos de este pasado verano.
Pero no sólo debemos quedarnos ahí, para que no se puedan volver a utilizar dichos suelos para fines lucrativos, dotacionales, o cualesquiera que la legislación actual permita, hay que cambiar el Plan de Ordenación Urbana de Rota, e incluir dichas parcelas en la catalogación de parque periurbano, junto a pinares y zonas verdes anexas, creando un gran corredor verde en Rota, como defensa natural y vegetal ante la erosión, que además albergue y defienda la rica y frágil biodiversidad de la zona.
Por ello el Ayuntamiento de Rota debe realizar dichos cambios y liderar con la Junta de Andalucía y el estado a través de la Dirección General de Costa del Ministerio para la Transición Ecológica, los cambios legislativos necesarios para catalogar como espacio protegido el paraje de Punta Candor.
En otro orden de cuestiones, el partido verde finalizó sus intervenciones en el Consejo sectorial, solicitando la implicación de todos los colectivos, asociaciones y partidos políticos de Rota, para apoyar a la Plataforma por el tren en Costa Noroeste en su proyecto de construcción de un eje electrificado de ferrocarril que vertebre la comarca, y permita el desplazamiento sostenible de personas y bienes de consumo, conectando un nuevo ramal ferroviario entre Lebrija y Jerez, pasando por las localidades de Trebujena, Sanlúcar, Chipiona, Costa Ballena y Rota.
Esta infraestructura conectaría a la comarca con el aeropuerto de Jerez, Sevilla y con las interconexiones de toda la Bahía de Cádiz, constituyendo en sí misma una solución al actual problema de aparcamiento en la comarca en época estival, una reducción significativa de las emisiones contaminantes, y una alternativa viable al desplazamiento en vehículo privado, que no es capaz de suplirse sólo con líneas de autobuses precarias, caras y con poca frecuencia de paso.