Representantes de la Plataforma por el Tren Costa Noroeste se dan cita junto a diferentes colectivos, organizaciones y plataformas de Cádiz para reclamar medidas urgentes, también desde lo local, para combatir la crisis climática global
Equo estuvo presente con la presencia de simpatizantes y afiliados del partido, encabezados por Mateo Quirós, coportavoz provincial
Durante esta semana se está celebrando la COP 27 en Egipto, la asamblea mundial sobre el cambio climático, por lo que el movimiento ecologista ha aprovechado para convocar concentraciones por toda España, hasta concluir en la manifestación en Madrid de este sábado.
«Entendemos que el ferrocarril, junto con la marcha a pie, bicicleta, y vehículos de movilidad personal, son los modos de transporte que en estos momentos de crisis energética contribuyen eficazmente a los objetivos marcados para vertebrar los territorios y enfriar el planeta», apuntan desde la plataforma gaditana, que lleva meses peleando, y consiguiendo abrir debate en torno a la vertebración ferroviaria de Andalucía, y especialmente de zonas de la provincia de Cádiz donde antes incluso ya hubieron conexiones ferroviarias, caso de la Costa Noroeste.
El coportavoz provincial de Verdes EQUO y portavoz de Verdes EQUO Rota, Mateo Quirós, estuvo presente en el acto de apoyo a la vertebración del territorio a través de la movilidad ferroviaria, en representación de todos los colectivos roteños que reivindican una línea férrea para la Costa Noroeste de Cádiz, con la que lograr una verdadera movilidad sostenible, más social, económica y ecológica que permitan unir personas, comercio y turismo entre las ciudades de la comarca Noroeste.
Al final del acto se leyó el siguiente manifiesto conjunto:
Manifiesto provincial. Concentración Jerez. Movilización por la Justicia Climática y Energética: exigimos acción
Hacemos un llamamiento a los gobiernos para acelerar la transición energética hacia un modelo eficiente, justo, democrático y renovable; que proteja a las personas más vulnerables y garantice el acceso a un medio ambiente limpio y sano, declarado recientemente como un derecho humano universal por la Asamblea General de Naciones Unidas.
Así como instamos a los ayuntamientos a llevar a cabo políticas y acciones que hagan posible una movilidad sostenible, potenciando la marcha a pie desarrollando un urbanismo de cercanía, así como el uso de la bicicleta, patinetes, y el transporte público aplicando medidas que adapten la vida en las ciudades al cambio climático, protegiendo de forma especial a las personas más vulnerables.
Al menos 3.600 millones de personas viven ya en situación de enorme riesgo climático y la reducción de emisiones, la adaptación y la justicia climática son la única respuesta posible. En España, este mismo año, hemos sentido gravemente los impactos del cambio climático, con terribles olas de calor, incendios forestales, sequía y otros fenómenos extremos. Una realidad ante la que la única respuesta posible pasa por reducir nuestras emisiones, adaptarnos a los cambios y responder con justicia climática.
La guerra de Ucrania ha dejado patente la estrecha dependencia entre los combustibles fósiles, los conflictos geopolíticos, militares y un sistema económico depredador de la vida. Las consecuencias de la misma se están multiplicando, incrementando al alza los precios de servicios tan básicos como la alimentación o el acceso a la energía, derechos fundamentales para el bienestar humano.
En España, Egipto y en todo el mundo la ciudadanía exige más acción por la justicia climática. El tiempo para actuar se agota y nos jugamos TODO en esta lucha, ANTE LA INACCIÓN DE LOS GOBIERNOS, EL RUGIR DE LA CALLE EXIGIENDO,
¡QUE NO CAMBIE EL CLIMA, QUE CAMBIE EL SISTEMA!
Necesitamos impulsar verdaderas soluciones como, entre otras:
Elevar los objetivos incluidos en la ley de cambio climático.
Acelerar la transición a un nuevo modelo energético basado en el ahorro y la eficiencia energética y en las energías renovables, abandonando las energías fósiles y nucleares.
Democratizar la energía fomentando el autoconsumo y las comunidades energéticas.
Impulsar un modelo alimentario de proximidad, sostenible y ecológico.
Descarbonizar el transporte con un cambio hacia modos más sostenibles.
Eliminar la subvención de 20 céntimos/litro al combustible.
Aplicar y comprobar el límite de velocidad máxima intraurbana de 30 km/h en todas las ciudades.
Eliminación de vuelos cortos que tengan alternativa ferroviaria.
Mejorar la red y los servicios ferroviarios para vertebrar el territorio y enfriar el planeta.
Asegurar una transición justa para las personas trabajadoras y para los colectivos vulnerables.
Establecer medidas garantistas frente a la pobreza energética y contra la estafa del oligopolio energético.
Recuperar un mundo rural que lleva años enfrentándose al abandono.
Abrir la definición de las políticas climáticas a la participación de la ciudadanía, de las entidades científicas y de la sociedad civil organizada.
Promover un modelo que revalorice y redistribuya los trabajos de cuidados.