Desde nuestra organización creemos que las ciudades no están bien diseñadas si no se parte de la premisa de que deben ser lugares amables y seguros para los niños y niñas, y cuando no es así es que algo se está haciendo mal.
Los que tenemos ya algunos años recordaremos que jugábamos en la calle, nos recorríamos las plazas y rincones de nuestros pueblos, y nuestros padres, aunque velaran por nuestra seguridad, estaban tranquilos. ¿Y esto porqué era así?, seguro que más de una vez nos lo habremos preguntado. La respuesta: los pueblos, los barrios, no estaban diseñados para que circularan los coches, sino para que vivieran las personas. Esto parece que ha quedado en un segundo plano. Nos da miedo, y no sin razón, de que nuestros hijos e hijas se bajen de las estrechas aceras por miedo a que los atropelle un coche, que no puedan ir solos al colegio, que no dejemos de repetirles una y mil veces «cuidado con los coches», de encerrarlos en parques que no están diseñados para que los niños desarrollen su creatividad y sean imaginativos, sino para que los padres estén tranquilos mientras leen o se toman una cerveza o hablan con otros adultos.
No se piensa en la necesidad del niño, no se piensa la ciudad para los niños, se piensa para los adultos. Quitamos el espacio a los niños para jugar en la puerta de su casa y se lo damos en sitios dónde sólo pueden ir acompañados de un adulto. Es un problema de base que sólo puede ser resuelto si repensamos la ciudad, si colocamos a los niños como parámetros para la transformación de nuestras ciudades.
Por todo ello, desde EQUO Rota Verdes propondremos en el pleno de abril que el gobierno municipal se fije un objetivo: «Que los niños puedan salir solos de casa», y para ello proponemos como puntos de inicio la reducción real de la velocidad a 30km/h en toda la localidad, la puesta en marcha de las rutas escolares y bicibús en todos los colegios y la peatonalización total de los accesos a todos los colegios.
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