
Vivimos en una zona privilegiada, es un municipio con posibilidades y que está siendo masacrado por la conveniencia e intereses económicos de unos pocos. Esto lo vemos en multitud de aspectos pero hoy quiero centrarme en un derecho básico: LA VIVIENDA.
Y sí, es un derecho, un derecho social, un derecho humano y un derecho constitucional. Así la Declaración de los Derechos Humanos establece en su Artículo 22 que «Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.»; y en su Artículo 25.1 que «Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios;…» Y nuestra intocable Constitución del 78, ese año frontera según el líder de Ciudadanos entre lo bueno y lo caduco, proclama como Derecho Fundamental en su artículo 47: «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.»
Si esto lo tenemos claro, hay cuestiones que no cuadran. En Roquetas de Mar ha subido entre 2008 y 2013 el número de ejecuciones de desahucio respecto al periodo 2002-2007, un escalofriante 829,79%, estableciendo el triste récord de un 43,93 por mil ¡¡¡Más de 4000 desahucios!!! según datos del informe de la Fundación 1 de mayo. ¿Qué alternativa han tenido estas personas? Ya nos lo podemos imaginar.
Tampoco cuadran otros datos. Según los datos del INE para el año 2011 (creo que no ha cambiado mucho la situación en estos cuatro años), tenemos 57.285 viviendas construidas, de las que 31.485 son viviendas principales, 11.375 son secundarias y ¡atención al dato! 14.065 están vacías.
A consecuencia de encontrar estos datos hay tres vías que se abren en mi sencilla lógica:
1) ¿Por qué no hay un parque suficiente de viviendas sociales para alquiler? Esto daría cobertura tanto a las personas que por desgraciadas circunstancias se ven en la calle por los desahucios como a aquellas que malviven hacinadas en infraviviendas.
2) ¿Por qué no se facilita la emancipación de nuestra juventud? Con las condiciones laborales que se les ofrece y con el precio del mercado de alquiler, no pueden realizarse. Pero claro, es más fácil decir que prefieren vivir de la sopa boba. Ja, ja y ja, demósles la oportunidad y veremos la realidad.
3) Y ciertos políticos, como los que nos (des)gobiernan, quieren basar el repunte económico del municipio en seguir construyendo hasta que no se vea ni verde ni marrón ni azul. Sobran viviendas, sobran ladrillos y quieren hormigonear nuestros espacios agredidos y olvidados como los alrededores de Punta Entinas, la Ribera de la Algaida o los Acantilados de Aguadulce.
El futuro de la economía roquetera no puede basarse en la construcción como medio de especulación y de opacos cambalaches entre intereses económicos y políticos en los que unos pocos se enriquecen y la mayoría nos vemos perjudicados. En España tenemos clara la vinculación entre construcción de nueva vivienda y corrupción, no hay mucho que profundizar en este tema.
La construcción es un sector económico importante pero no el motor de la economía de un municipio, y tiene salidas como la recuperación del poco patrimonio que nos va quedando (como las viviendas de los pueblos de colonización) y sobre todo la rehabilitación de viviendas, buscando la eficiencia energética y la mejora de la accesibilidad.
Así que Tú Decides cuál es la alternativa a esta sinrazón a la que nos quieren abocar. Recuerda que está en tu mano dar la vuelta a la tortilla.