Los datos del paro en nuestra provincia de Sevilla nos hablan de que no hay salida de la crisis si no cambiamos las políticas que tanto PP como PSOE practican desde las diferentes administraciones. Llevamos desde septiembre escuchando al gobierno entonando cánticos de salida de la crisis, los brotes verdes en su día. Pero los sevillanos y andaluces seguimos sufriendo paro, pobreza y precariedad.
En la provincia de Sevilla hay 1571 personas más en paro y cada vez más personas sin recibir ninguna prestación. Además cifras como estas hacen daño a todo el mundo laboral porque los pocos trabajos que hay cada vez son de peor calidad y duración y no sirven ni para salir de la pobreza.
Sin embargo, el Gobierno “saca pecho” con datos como los de la última EPA, y estos datos esconden una trampa. Una enorme trampa, que desde el gobierno de PP tienden a la ciudanía con descaro, casi insultando a la inteligencia de todos y cada uno de los españoles. Es cierto que el número de desempleados es inferior al de hace 1 año. No obstante, no hablan de la calidad del empleo, de la dignidad de las personas en su trabajo, del derecho al trabajo; hablan de pobreza, de tener que tener dos trabajos para salir adelante, de renunciar a descansos y vacaciones, de trabajar diez horas con un contrato de dos…
Desde EQUO Sevilla estamos radicalmente en contra de la precarización del mercado laboral. Con las políticas del PP, en el Gobierno, y del PSOE más de 30 años en Andalucía, el número de empleados crecerá, sí, pero al mismo ritmo que crece la explotación laboral y bajan los salarios. Justo lo que deseaban.
Las políticas del PP y del PSOE no sirven y lo sabes. Son estas políticas las que han destruido el mercado del trabajo y lo han convertido en el mercado del empleo en precario. Una hábil medida de aquellos que gobiernan de cara a los poderosos, en lugar de hacerlo para el conjunto de los ciudadanos.
Hemos llegado al punto en el que una persona puede tener un trabajo y aun así ser pobre. Hemos llegado al punto en el que como sociedad necesitamos echarlos de las instituciones y empezar a construir un futuro basado en el bienestar de todos, no de unos cuantos.