La Junta de Andalucía vuelve a dejar bien claro que apoya incondicionalmente la fiesta de los toros con toda su carga de maltrato y sufrimiento.
Ni siquiera los niños verán protegida su inocencia ante semejante barbarie. La iniciativa que hace unos meses tuvo el Ayuntamiento de Bormujos de prohibir el acceso de los menores de 6 años a cualquier espectáculo taurino (y a los menores de 14 años a las corridas en plazas de toros) ha sido recientemente cortada de raíz por la administración autonómica mediante una serie de alegaciones dirigidas al cabildo de este municipio sevillano.
En un amenazador escrito, la Junta acusó al consistorio local de invadir competencias ajenas, advirtiendo que no piensa tolerar esta injerencia. El escrito, firmado por el mismísimo Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, deja claro que la protección del menor es competencia exclusiva de los organismos autonómicos y que el no especificar nada sobre la entrada de menores a espectáculos taurinos no es una falta de regulación, sino todo lo contrario. O sea, que es voluntad de la Junta de Andalucía que nuestros menores asistan, si así lo desean ellos o sus padres, a una plaza de toros donde podrán ver cómo maltratan y mutilan a un animal. Este es el ejemplo de civismo y valores que un gobierno que se autodenomina ‘progresista’ quiere fomentar.
¿Es esto bueno para la educación de las niñas y los niños?
En EQUO sabemos que, hoy por hoy, suprimir las corridas de toros en Andalucía es casi utópico, pero al menos pedimos a quienes nos gobiernan un mínimo de sensibilidad. Los niños son nuestro futuro, y mantener su inocencia, fomentar sus valores y enseñarles a respetar la vida y la naturaleza debería ser prioridad de todos, también de quienes dicen representarnos. Esta es nuestra razón de ser y por eso EQUO representa la alternativa verde.
Una idea sobre “La Junta de Andalucía y el fomento de las corridas de toros”
Sera dificil poder acabar con esta barbarie ,aunque estoy segura que no es una mayoria la de esta sociedad quien defiende esta horrible fiesta,solo con pedagogia social y un decreto oportuno abria esperanza.