ESPECULACIÓN FINANCIERA EN LOS MERCADOS AGRARIOS
Esteban Tabares
Fundación Sevilla Acoge
Vía Campesina nos explica que los precios agrarios están ligados a los vaivenes de la Bolsa y a la especulación. La burbuja especulativa en los mercados agrarios puede estallar en cualquier momento. Igual que ha sucedido con la burbuja inmobiliaria, los precios agrarios pueden hundirse o subir en los próximos años debido también a la crisis climática, al agotamiento de los suelos y a las ganancias desmedidas de intermediarios y agro-industriales. Estas subidas y bajadas tienen duras consecuencias para campesinos y consumidores. Un informe de COAG muestra que en España los consumidores pagamos un precio siete veces mayor que lo se que paga a quien lo produce.
Durante los últimos veinte años el Banco Mundial, el FMI (Fondo Monetario Internacional) y la OMC (Organización Mundial del Comercio) obligaron poco a poco a todos los países del Sur a suprimir sus políticas públicas que les permitían mantener una producción alimentaria nacional capaz de cubrir las necesidades de sus habitantes. Estos países han sido empujados a producir para la exportación y abandonar su producción alimentaria local. Han tenido que suprimir sus mecanismos internos de control de los precios y de la producción.
Muchos Gobiernos, especialmente en África, han reducido las barreras arancelarias que protegían a sus pequeños agricultores de una competencia internacional destructiva e injusta, para de este modo poder suministrar alimentación a bajo precio a sus habitantes. Esta es una “falsa solución” ya que impide a los campesinos del país vender su producción a precios rentables.
Ahogados por los costes de producción cada vez más altos y los precios agrarios cada vez más hundidos, en muchas regiones del mundo los campesinos abandonan el campo, o se suicidan, o siembran productos no locales para la exportación mientras la gente del país pasa hambre pues no puede pagar el precio de los alimentos de importación.
Este modelo es insostenible. La seguridad alimentaria de todos depende de precios agrarios que cubran los costes de producción y aseguren un pago digno a los productores.
Esteban Tabares
Fundación Sevilla Acoge