Sabemos qué le debe el PP a Sando. Pero, ¿qué le deben IU y PSOE?

La situación actual de conflicto que viven los trabajadores y trabajadoras del Puerto de Málaga viene causada por la confluencia en el tiempo de dos procesos que acaban por coincidir en este momento, y que sitúan lo que es una justa reivindicación de los trabajadores, en el centro de un asunto de mucho más calado que incluye elementos de corrupción, fraude, malversación, tráfico de influencias a cargo de los gestores de la Autoridad Portuaria, con conocimiento de la Administración Autonómica y Central, así como con la “colaboración” de empresas concesionarias de las obras realizadas en el puerto durante los últimos años.

Por un lado, el conflicto puramente laboral, conlleva un encierro de trabajadores y miembros del Comité de Empresa que alcanza ya los 90 días, y que viene motivado por el despido de tres trabajadores, bajo la excusa empresarial de una situación económica negativa del puerto. Sin entrar a analizar las múltiples circunstancias que motivan esta situación financiera, se demuestra que una vez más se exageran los problemas de tesorería para introducir el discurso recurrente de la crisis como argumento justificativo para la adopción de recortes de derechos laborales, cuando en esta ocasión ha quedado demostrado por la propia entidad Puertos del Estado que existe la consignación presupuestaria que permite, tal y como estaba acordada, la contratación de hasta 9 trabajadores Policías Portuarios, hecho éste que deja sin argumentación la pretendida e “imperiosa necesidad” de recortar la plantilla de trabajadores.

La gestión del Puerto de Málaga ha sido calamitosa por parte de los dos últimos presidentes de la Autoridad Portuaria de Málaga, a saber, Enrique Linde Cirujano, José Sánchez Maldonado y el nuevo, Paulino Plata Rivero, por lo visto continua con las mismas pautas que han llevado las cuentas del Puerto a números rojos.

Hay que reseñar, que en los últimos años se han producido una serie de hechos relacionados con las obras de ampliación y remodelación del puerto, especialmente por parte de la constructora SANDO, que han venido a aflorar fortuitamente a raíz de un incidente provocado, en Febrero del 2.008, por una colisión de un barco portacontenedores contra el Muelle Sur de Cruceros.

Cuando a comienzos del 2.010, se inspecciona por buzos el daño producido para proceder a su reparación, los técnicos advierten que los pilotes de hormigón sobre los que se asienta la plataforma de atraque no se corresponde con los que se habían planteado en el proyecto de obra y, lo que es más grave, que no se corresponden con lo que se había certificado y pagado a la empresa constructora SANDO. Menos material, menos calidad y menores prestaciones técnicas y de seguridad, son algunas de las irregularidades detectadas.

En Octubre del 2.010, técnicos de Puertos del Estado confirman las irregularidades detectadas y evalúan inicialmente los daños patrimoniales producidos en algo más de 500.000 euros.

 A los pocos meses y, también de forma fortuita, ante la imposibilidad de que por ausencia de calado, un barco portacontenedores pudiese atracar en el Muelle nº 9, y tras una investigación, se descubre que el citado muelle no dispone de los 16 metros de profundidad necesarios para que puedan atracar esos grandes buques. Tras avanzar en las investigaciones, el entonces Director del Puerto José Antonio Caffarena, se observan también grandes deficiencias en la construcción de ese muelle de contenedores, con efectos que han provocado que en estos momentos el mencionado muelle se esté reparando, y con un coste para las arcas del puerto que al día de hoy ya superan los 5 millones de euros.

Ante éste cumulo de irregularidades, y tras un proceso disciplinario interno que duro algo más de un año por la actitud dilatoria de Enrique Linde para esclarecer las irregularidades, en Enero del 2.011, se despidió al Ingeniero Jefe responsable de las obras. Tras reclamar éste su despido en Magistratura, el Juez de lo Social, no solo ratifica el despido del Ingeniero, sino que tras conocer los hechos, los traslada a Fiscalía al considerar que existía tipificación penal en los hechos analizados.

A partir de la denuncia que realiza el Juez de la Magistratura de lo Social se inicia un lento proceso judicial que va descubriendo los intereses cruzados que han llevado a una situación de saqueo continuado de los recursos públicos del Puerto de Málaga.

El Director del Puerto en ese momento, que ha venido colaborando con la UDYCO, a instancias del Juzgado de Instrucción nº 5, es cesado a iniciativa de Paulino Plata, con los votos a favor de IU y el PSOE. Hasta el momento de su cese, continuaba con las investigaciones de las deficiencias existentes, así como las que pudiesen existir en el resto de las obras realizadas durante ese periodo, habiéndose detectado en estos momentos el uso masivo de “escombros” para efectuar el relleno de los muelles durante su construcción, con los consiguientes efectos medio ambientales y evidentes ahorros de coste para la empresa constructora.

Es en éste proceso de sacar a la luz pública la corrupción en el Puerto donde los trabajadores y trabajadoras están actuando como agentes determinantes para salvaguardar el puerto como una infraestructura pública de un innegable valor estratégico para el desarrollo económico, social, industrial y turístico de Málaga. Su continua exigencia de constituir la “Comisión de la Transparencia” que venga a descubrir lo que “esconden las aguas del puerto”, viene encontrando el rechazo absoluto por parte de los respectivos Presidentes que han venido pasando por la Autoridad Portuaria.

A título de Resumen, mencionar algunos hechos relevantes que afloran durante estos años de investigación y vienen a responder a la pregunta de

¿Qué está ocurriendo en el Puerto de Málaga?

  • El Presidente que sustituye a Enrique Linde, Sánchez Maldonado, sorpresivamente dimite tras llevar en el cargo solo 8 meses. Argumenta problemas de salud. La patente realidad es que tras conocer la herencia envenenada que había recibido prefiere “saltar por la borda”. Antes provoca el conflicto laboral, que aún continúa, para así tener una coartada que justifique su decisión de dimitir ante la Junta de Andalucía.
  • Nada más llegar Paulino Plata, ha cesado al Director del Puerto, autentico artífice de las investigaciones que han venido a detectar las graves irregularidades en las obras. El cese, conto con el apoyo de todos los partidos políticos (administración central, autonómica y local) y empresarios presentes en el Consejo de Administración del Puerto, y con el único rechazo de los Consejeros representantes de los trabajadores. Hasta el último momento, se pretendía sustituir al Director por una persona que estuvo vinculada contractualmente con SANDO. Ante la marcha atrás de Paulino Plata en el nombramiento de ésta persona, por estar implicada la misma en la percepción de sobresueldos ilegales, en la actualidad no hay Director en el Puerto y a diario se producen distorsiones en el funcionamiento y coordinación de los distintos servicios que tiene que prestar.
  • Hasta ahora, y motivados por los dos hechos fortuitos mencionados, hay constancia de irregularidades en las obras del Atraque Sur del Muelle de Cruceros, y en la Terminal de Contenedores, donde se ha efectuado el relleno (vertido) con escombros y residuos domésticos sin clasificar. Este “relleno” lo realizo SANDO (empresa muy vinculada con la trama “Gurtel y contabilidad B del PP) ya que la obra se le concedió por su disponibilidad de áridos procedentes de, entre otras, las canteras que explota en Alhaurín de la Torre.
  • El daño patrimonial, por las desviaciones constructivas, se eleva en estos momentos a más de 8 millones de euros. Ninguna Administración se ha personado en el proceso judicial para reclamar esos daños.
  • El Presidente Paulino Plata se niega a atender la demanda de los trabajadores de constituir una Comisión de Transparencia que investigue las obras realizadas en los últimos años por la misma constructora imputada judicialmente, y no solo aquellas dos que fueron afectadas por hechos fortuitos.
  • Resultados negativos en el balance del puerto por valor de 2 millones de euros, como consecuencia del alto endeudamiento con motivo de las obras realizadas. El 87% de los números rojos son gastos financieros.
  • Paralización de la financiación de fondos FEDER de la UE por la detección de irregularidades en las obras donde se utilizaron dichos fondos.
  • Acumulación de impagos de distintas concesionarias. Destaca especialmente el espacio comercial “Muelle Uno” por valor de 1,8 millones de euros. Esta concesionaria además no abona el consumo eléctrico al puerto, suministro irregular a todas luces, que sí cobra a sus arrendatarios, (los locales del centro comercial) y viene dificultando el acometer la obra de conexión a la red eléctrica que requiere Endesa para legalizar la instalación.

La confluencia en este momento de todos estos hechos enunciados, con el conflicto laboral motivado por el despido de tres trabajadores Policías Portuarios, está siendo aprovechado por el Presidente de la Autoridad Portuaria, en colaboración con las administraciones responsables, para desviar la atención sobre el auténtico problema que tiene el Puerto de Málaga, que no es otro que el provocado tras una gestión más que discutible tanto en lo económico como en lo político durante los últimos años.

No tiene lógica explicación, que existiendo presupuesto para la contratación de 9 personas, y exigiendo el Comité de Empresa la contratación de los 3 únicos existentes en la Bolsa de Trabajo, no se proceda a la contratación prevista. Es evidente que el incumplimiento laboral está del lado de la empresa, que parece pretender castigar a los trabajadores, provocando éste conflicto laboral, por no haber mirado estos a otro lado durante la catastrófica y malintencionada gestión corrupta del puerto que ha provocado el saqueo de sus recursos materiales y económicos

La actual dirección política del Puerto, Paulino Plata, pretende al igual que ha hecho con el Director, acabar con los representantes sindicales, utilizando para ello el conflicto laboral que genero su antecesor; eliminado así a los únicos “supervivientes” que, tras la decapitación del Director, aún quedan en la tarea de hacer aflorar lo que esconden las aguas del puerto malagueño, tras la envenenada herencia del periodo Enrique Linde.

Todos los indicios apuntan a que esta tarea “exterminadora” ya la tenía encomendada Paulino Plata tras su nombramiento.