Cambia el rumbo. Vota EQUO. Es imprescindible

Puede parecer que el próximo domingo será un domingo cualquiera. Quizá, si el tiempo acompaña, saldremos a tomar una cerveza con los amigos en alguna terraza. Por la tarde, pase lo que pase, tendremos que bañar a los niños, darles de cenar, y prepararlos para ir al cole al día siguiente. Pero desde ese mismo lunes, el futuro de Andalucía, nuestro futuro, y el de esos niños que irán adormilados al cole, estará condicionado por lo que hayamos decidido en las urnas.

A priori, las perspectivas no son muy halagüeñas, laminada como está la democracia gracias a las perversas reglas de juego que nos han impuesto. Los partidos que tienen opción de gobernar son los mismos que, con sus decisiones o con su inmovilidad, nos han conducido a la situación en la que estamos. Y la situación es desoladora, es dramática, es injusta, y además de todo ello lamentablemente aún puede ser peor. Tenemos la tasa de paro más alta de España, y por tanto de Europa. Hay miles de familias sin ningún tipo de ingreso, y lo que es peor, sin ninguna perspectiva de que eso pueda cambiar. Los pocos que aun tienen la suerte de trabajar lo hacen con salarios miserables, en precario, y sin la seguridad de que las condiciones pactadas en su contrato no puedan ser en cualquier momento cambiadas arbitrariamente. Además de eso, cualquiera puede perderlo todo, de la noche a la mañana, por lo que nos han metido en el callejón sin salida del miedo y la sumisión. Parece que el mal menor sería quedarnos como estamos, o sea, a la cola de las Comunidades Autónomas, exactamente igual que hace 30 años.

Sin embargo, lo tenemos todo para que la situación fuera otra: tenemos la generación de jóvenes mejor formada de nuestra historia, sin distinción entre hombres y mujeres; tenemos los recursos energéticos que nos permitirían ser autosuficientes, junto con la tecnología y el capital humano para aprovecharlos; tenemos un inmenso potencial en los sectores que más empleo podrían generar en la sociedad del futuro (el turismo sostenible y de calidad, los servicios energéticos, la agricultura con valor añadido). Lo tenemos todo, pero por desgracia, puede ser que todo cambie para que todo quede igual, y entonces serán otros los que aprovecharan nuestros recursos, serán otros los que nos marquen el camino, y nosotros y después nuestros hijos estaremos condenados a irnos para sobrevivir, como hace décadas.

Mientras tanto, la clase política seguirá impasible como hasta ahora, ocupada únicamente de conservar su cuota de poder, sometida a los intereses de los que nos gobiernan en la sombra, para asegurarse su propia supervivencia, ciega y sorda ante el clamor ciudadano. Sólo dos reflexiones: el partido que gobierna en España está desmantelando los pilares de nuestra sociedad con solo el 30% de los votos del censo; al presidente de la Junta de Andalucía nadie le ha votado. Pero los dos se sienten igual de legitimados para regir nuestros destinos a su antojo.

Ha llegado el momento de cambiar de rumbo, de que nos enfrentemos a quienes nos llevan al abismo. Ha llegado el momento de no dejarnos atenazar por las amenazas, por el miedo, que es el único espacio que nos han dejado detrás de la apatía. En EQUO hace tiempo que tenemos claro que hay alternativa, que no es verdad que sólo se pueda hacer lo que ellos nos dicen que hay que hacer. Pero partimos en inferioridad, pues no tenemos que luchar solo por dar a conocer nuestras propuestas, tenemos que luchar también contra los mecanismos de un sistema que impide la pluralidad, que cercena la voz de la ciudadanía, que deja la democracia en paños menores. Nos da igual. Nos hemos cansado de esperar que alguien nos saque de esta, hemos decidido intentar salir por nosotros mismos. Y si al leerme, te das cuenta de que esto es justo lo que tú estabas pensando, súbete a este barco. Vota EQUO. Es imprescindible.