Reclamamos un cambio de modelo que proteja a las trabajadoras frente a la vulnerabilidad extrema a la que están sometidas y pedimos además que se cree una figura, con los medios y los recursos necesarios, para que se pueda denunciar cualquier tipo de abuso con las suficientes garantías de recibir ayuda inmediata.
Desde EQUO hemos reclamado este lunes medidas inmediatas para atender a las temporeras que han denunciado haber sufrido abusos en distintas fincas de Huelva, pero también una respuesta integral que debe ser participada por la sociedad civil y las distintas administraciones, de cara a garantizar que hechos como los denunciados no vuelven a producirse y, de hacerlo, cuentan con un protocolo de respuesta con las suficientes garantías e inmediatez.
Así lo ha señalado esta mañana la coportavoz de EQUO en Huelva, Isabel Brito, que además ha hecho hincapié en la necesidad de apostar por un modelo agrícola “respetuoso con los recursos y las personas, donde no haya cabida para la precariedad ni la explotación laboral”. Queremos reconocer y trasladar nuestro apoyo a todas las organizaciones que se han implicado tras la denuncia, y al tejido empresarial que cumple con las normas y su responsabilidad social corporativa, pero urge “replantear el sistema de contratación en origen y revisar el convenio del campo, introduciendo la componente de género y la visión de las personas afectadas”.
Igualmente, desde EQUO Huelva consideramos fundamental, como medida más inmediata, la “creación de una figura u órgano que pueda atender de manera instantánea las denuncias que se produzcan”. Así lo ha señalado Laura Limón, integrante de la Mesa Territorial de EQUO Huelva y de la Red EQUO Mujeres, que ha apostado por “dotar esta figura, que debe ser al menos un teléfono de emergencias, de los recursos y medios necesarios -como traductores, asesoramiento jurídico y servicio de emergencia habitacional- para que las mujeres que se decidan a denunciar se sientan seguras y acompañadas”.
Para EQUO es fundamental establecer los mecanismos necesarios para evitar la indefensión de las mujeres que abandonan su país temporalmente en busca de un medio de vida, y trabajar en un nuevo modelo agrícola que ofrezca empleos con un mínimo de dignidad y calidad.