Protección, diálogo y conocimiento

De nuevo nos ocupamos una vez al año de la protección animal en el Día Mundial de los animales. Se merecen que tengamos con ellos algo más que un simple sentido utilitarista pues se les siguen negando derechos sobre todo encaminados a un mejor trato y a su bienestar. Filósofos y especialistas en Derecho dicen que no se les pueden otorgar derechos a los animales por no ser objeto de un contrato, ni tan siquiera se les da la opción de que pueda pedirse libertad para ellos como la que se pedía para la orca Willy porque es una capacidad del ser humano, unida a los conceptos de justicia e igualdad. Los animales no escriben ni promulgan leyes ni tienen ese concepto porque no tienen tampoco sentimientos de venganza, de odio. Pero si saben de altruismo, de castigo, de cooperación, de emociones,  porque son materia que ha surgido de los genes para conseguir estrategias evolutivamente estables. Nos dicen que tampoco tienen cultura, por lo menos escrita, completamente falso ya que en muchas especies animales se han descrito comportamientos que son transmitidos de padres a hijos. Los neurocientíficos saben que la narración puede conseguirse sin lenguaje, empleando las herramientas representacionales elementales de los sistemas sensorial y motor en el espacio y en el tiempo. No ven ninguna razón por la que los animales sin lenguaje no puedan efectuar dichas narraciones.

Seguimos provocando sufrimiento en los animales y lo justificamos en base a cultura, tradición, experimentación, consumo. El ser humano tiene una obligación no solo con sus semejantes sino con todo ser vivo que habita este planeta, nuestro único hogar. La biodiversidad cada vez se hace menor ante los avances tecnológicos y el desarrollo de las naciones. Lo que considerábamos ilimitado, ahora merece una atención por su escasez. Y en esto no han intervenido cataclismos naturales, solamente la acción del hombre sobre su entorno, apoyada por mercados financieros, gobiernos sin escrúpulos y personas sin valores sometidos al único sentido de la razón. Hoy cuestionamos a Descartes y su «pienso luego existo», ya que primero se existe y en ello el peso de las emociones es tan importante como el de la razón. Y los animales también poseen emociones.

    Desde un punto de vista práctico, el papel señalado para los sentimientos en la construcción de la racionalidad tiene implicaciones para temas tan importantes como la educación y la violencia a las que nuestra sociedad se enfrenta diariamente. Ahora se quiere llevar a las escuelas la enseñanza de la tauromaquia como Cultura que debemos atender si somos genuinamente españoles. Con ello se quiere conseguir una acción desensibilizadora ante lo que es el maltrato y sufrimiento de toros y caballos en los espectáculos taurinos, lo que no tiene ni ética ni moral tratándose de menores. No consintamos que lo que debiera ser una educación en el buen trato y respeto a los animales termine en generaciones de personas insensibles ante el sufrimiento animal.

    Una buena noticia es que la Asociación Parlamentaria de Defensa de los Animales formada por cargos electos del Congreso y Senado de España, sin distinción de partidos y tendencia política se está implicando para que se hagan leyes más acordes al sentir de la sociedad del siglo XXI y a lo que la Unión europea demanda: un mayor bienestar y protección animal .Para ello ha organizado unas jornadas parlamentarias de protección animal el 27 de septiembre para que el movimiento animalista vuelque sus conocimientos técnicos y prácticos en la gestión de animales de modo que otras entidades y la administración lo puedan aprovechar, aprendiendo e implementando políticas que se demuestren eficientes. Con ello se han buscado los objetivos de generar lazos y colaboración entre entidades, administraciones y mixtas, compartir información y dar crecimiento y orden práctico a la misma para su óptimo aprovechamiento y facilitar ambos aspectos en un espacio de diálogo continuado y efectivo. El tema específico de las jornadas ha sido «El animal de compañía en España: leyes y gestión».

    Por algo hay que empezar en la lucha por los derechos de los animales y esta es muy buena iniciativa que debemos apoyar desde EQUO.

 

Lcdo. Rafael A.Luna Murillo, veterinario.Vicepresidente de AVAT (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia).Afiliado al partido EQUO.
Colegiado nº CO 994
Córdoba (Andalucía)
www.avat.org.es

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