Nucleares no!

El 26 de abril de 1986 se producía, en la central ucraniana de Chernóbil, el mayor accidente ocurrido nunca en una central nuclear. Se había estado realizando una prueba, en el reactor número 4, para ver si las turbinas seguirían funcionando, cuando el agua que servía de refrigerante paró de fluir y la energía liberada comenzó a aumentar; se intentó parar la central sin éxito, el grafito de las vainas de combustible comenzó a arder y posteriormente una explosión voló la tapa del reactor difundiendo materiales radiactivos. Sin apenas protección se intentó apagar el fuego y parar la reacción sin control del núcleo del reactor. El fuego se logró sofocar pero la fusión del combustible del núcleo aún continúa.

Se cifra en decenas de miles los muertos, entre los «liquidadores», hombres y mujeres que participaron en el intento de frenar el desastre, y las personas afectadas por la contaminación radiactiva; principalmente en la vecina Bielorrusia victima de los vientos dominantes y Ucrania, pero también en el resto de Europa.

El informe elaborado por el científico John William Gofman, experto en biología celular y molecular que inicialmente trabajó en el Proyecto Manhatan, Radiation-Induced Cancer from Low-Dose Exposure (Cáncer inducido por exposición a bajas dosis de radiación) del Committee For Nuclear Responsibility (Comité para la responsabilidad nuclear) estima que el accidente de Chernóbil causará 475.368 víctimas mortales, solo por cáncer, en Europa.

Decenas de miles de niñas y niños de la áreas más afectadas siguen sufriendo enfermedades por la contaminación radiactiva y parte de ellos y ellas pasan temporadas fuera de la zona gracias a organizaciones solidarias como la cordobesa ANIDA.

El reactor de Chernóbil se cubrió con un sarcófago de hormigón para evitar la dispersión de materiales radiactivos, pero este sarcófago tiene varias grietas y debe ser sustituido, algo que no se sabe si ocurrirá al no llegar los fondos necesarios a este fin ni del gobierno ucraniano ni por  la UE, pese a haber prometido ayuda.

En Japón, veinticinco años más tarde, un maremoto con magnitud 9 de la escala Ritcher, seguido de un tsunami, vuelve a recordar las terribles consecuencias de la opción nuclear como forma de obtención de energía eléctrica, provocando explosiones en varios reactores de la central de Fukushima Daichi y accidentes en varias centrales más. Vuelven a repetirse las emisiones de partículas mortales, las evacuaciones masivas de las zonas más peligrosas y aun hoy continua la reacción nuclear sin control.

Las consecuencias del desastre japones no son completamente conocidas por el hermetismo con que las autoridades manejan la información, pero es de suponer que los costes humanos y económicos serán cuantiosos. En este momento solo uno de los 54 reactores nucleares japoneses está en funcionamiento y ninguno para este verano, según declaraciones de los responsables de la eléctrica japonesa TEPCO. (1)

El desastre japones hace volar por los aires el mantra que la propaganda nuclear venía manteniendo hasta ahora, al achacar a la mala calidad de las centrales sovieticas, y a la mala gestión de las mismas, el desastre de Chernóbil, asegurando que accidentes de esta magnitud no eran posibles en países con mayor nivel tecnológico.

La justificación pretendida de una energía «limpia» para ayudar a mitigar el calentamiento global ha sido barrida con el tsunami japones.

En nuestro país, el gobierno del Partido Popular, con el tímpano roto frente a esta realidad y a otras muchas, lejos de preparar el desmantelamiento de las centrales nucleares anuncia que nos someterá a mayores niveles de riesgo prolongando la vida de nuestras centrales: en primer lugar, Garoña, que debería cerrar el año que viene.

Y mientras tanto, nuestra provincia sigue castigada con el almacenamiento, en el cementerio nuclear de El Cabril, de la basura radiactiva que generan estas centrales y la originada por el desmantelamiento de  reactores accidentados, como Vandellós I y el resto, a medida que vayan dejando de funcionar.

Basta ya!  Chernóbil, Vandellós, Fukushima indican claramente que debemos cerrar nuestras centrales y El Cabril.

José Larios Martón

http://www.europapress.es/epsocial/naturaleza-00323/noticia-gobierno-japones-indica-posible-verano-no-haya-ningun-reactor-nuclear-funcionamiento-pais-20120301120742.html

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