¡O nos plantamos o nos talan! El 25 de Mayo nos toca a cada uno defender en Europa la erradicación de la pobreza, y comprometernos con una Europa más justa, democrática y sostenible. Estas son las elecciones más paradójicas y contradictorias de nuestro panorama político. En torno al 80% de las leyes que afectan nuestro día a día (alimentación, energía, banca, educación, sanidad, y un largo etcétera) son, directa o indirectamente, decididas en los ámbitos europeos, como el Europarlamento. Todas las encuestas recogen que la ciudadanía española es consciente de la importancia de Europa en nuestras vidas. Y sin embargo, no se espera que participen más que el 40% de los votantes el próximo 25-M. Para rizar el rizo, en su mayoría, los abstencionistas no acudirán a votar por su hastío y disgusto con los dos grandes partidos, en lugar de elegir otras alternativas, que las hay. Esto tiene como consecuencia indeseada que los grandes partidos, pese a su desgaste, volverán a sumar una amplia mayoría de votos.
En EQUO nos definimos como europeístas insumisos. Insumisos contra la falta de democracia y transparencia que han alejado tanto a Europa de su ciudadanía que parece que Bruselas este en otro planeta. Insumisos a que sea prioritario para la Troika rescatar bancos y las décimas del déficit que evitar decenas de miles de desahucios y millones y millones de despedidos, datos que traen consigo miseria y sufrimiento como no se conocía en la opulenta Europa desde hace más de 60 años. Insumisos a que la factura de la crisis, provocada por la corrupción, la burbuja inmobiliaria y la piratería financiera, nos la endosen con gesto autoritario y la insultante sentencia “habéis vivido por encima de vuestras posibilidades” a la mayoría de la población, esa mayoría con menos recursos. Insumisos a una visión de Europa como fortaleza rodeada de muros bañados en sangre de desesperanza y miseria absoluta.
Pero europeístas. Porque los grandes problemas y retos del presente y del futuro no tienen soluciones en los estrechos márgenes de los estados, aunque nacionalistas con y sin estado quieran convencernos de lo contrario. La lucha contra los efectos del cambio climático (sequías, pérdida de cosechas, olas de calor, mayor número de incendios, enfermedades tropicales….) necesitan de más Europa. Resistir la pérdida de derechos laborales y sociales por la competencia de los trabajadores esclavizados en países lejanos, requiere de más Europa. Una política energética que no nos ate a gobiernos despóticos y peligrosos, apostando por una energía 100% limpia y renovable en unas décadas, necesita de más Europa.
Sí, más Europa, no refugiarnos en un engañoso retorno a la seguridad de las fronteras. Pero no cualquier Europa, es imprescindible construir una Europa mejor, una Europa de las personas, que no responda ante los gobiernos y los lobbies, sino directamente ante la ciudadanía y sus intereses y necesidades. Para ello es necesario llenar el Parlamento Europeo con ciudadanos y ciudadanas, jubilar a todos esos políticos veteranos para los que Bruselas es un final dorado de una carrera de décadas en sus países y que son enviados por sus partidos al Europarlamento para que no molesten en casa.
Europa es demasiado importante para dejarla en manos de políticos profesionales o tertulianos televisivos. Necesitamos al mismo tiempo contar con voces nuevas que trasladen alternativas sólidas. EQUO, integrado en la coalición Primavera Europea, es miembro del Partido Verde Europeo, cuarta fuerza política del Europarlamento y la verdadera oposición al consenso neoliberal que comparten Populares y Socialistas en Bruselas, donde más del 70% de las veces votan juntos. Consenso que también vemos en España, donde PP y PSOE se pusieron de acuerdo en 48 horas para cambiar la Constitución, consagrando que el pago de la deuda tiene prioridad a la atención a la ciudadanía.
Tras casi siete años inmersos en esta crisis, que es también una estafa, tenemos que hacerles un ERE a los responsables de este desastre. No podemos confiar en que los partidos que nos han hundido en esta situación nos van a sacar. No es verdad. La salida del PPSOE conduce a mayor desigualdad, menos derechos y más sufrimiento. Más jóvenes sin beca, más jubilados sin poder pagar sus medicinas, más desahucios, más contratos temporales por sueldos de miseria. Si queremos que las cosas cambien, tenemos que hacer algo diferente.
El 25 de Mayo bota a los culpables!!
Ramón Fernández Barba
Candidato de Primavera Europea y miembro de EQUO Córdoba