El paro en España sigue arrojando cifras sangrantes, y, en concreto, en Córdoba, da miedo traducir el porcentaje de paro en cada uno de los individuos que lo componen porque no hay corazón que resista la congoja de conocer, en la mayoría de esos casos, el drama que encierra. ¿Y qué hizo nuestro “Honorable Alcalde” cuando se presentó a las últimas elecciones municipales?… Pues, en un acto de verdadera solidaridad y sensibilidad social, alejada del más mínimo interés propagandístico y electoralista, prometer que al final de su mandato las cifras del paro en Córdoba serían inferiores a las del inicio del mismo.
Ahora, en el mes de Noviembre, cuando sólo quedan unos cuantos meses para las próximas elecciones municipales, sabemos que hay miles de parados más que cuando fue elegido en el 2011. ¿Y qué ha hecho nuestro “Honorable Alcalde” ante tal realidad?… Pues, en un acto de coherencia, concordancia y correspondencia, anunciar que se presenta a las próximas elecciones municipales.
Sin embargo, no debemos de ser mal pensados, pues a mí, al menos, me cabe la duda de si nuestro ilustre regidor tiene conocimiento o ha sido debidamente informado de tal hecho. ¿En qué me baso?… Pues me basta con mirar la prensa local, especialmente el ABC (fiel cruzado de ésta tierra santa, católica, apostólica, romana y cañí), donde, con tanta frecuencia, aparece protagonizando procesiones, bendiciendo cofradías o todo tipo de actos cargados de esa religiosidad, tradicional y moralista, que siempre vela por dirigir a buen redil a los ciudadanos. Es decir, que el Sr. Nieto, me temo, vive en una realidad que lo retrotrae unas décadas atrás, cuando las normas sociales debían ajustarse al catecismo, el calendario no se definía por guarismos, sino por los nombres de santos, y el tiempo no se medía por horas o minutos, sino por “Aves María y Padres Nuestros”. Tiempos aquellos en que se calificaba a la mujer, que no había cumplido la sacrosanta aspiración de casarse y tener hijos, de “la tía solterona”, cuya única redención que se le reconocía era la de “vestir santos”.
Por eso sostengo que, dado que parece vivir en otra época, eso sí, en consonancia con su partido, es el motivo de que no se haya enterado de las cifras actuales de paro. Como tampoco parece enterarse de que cada vez hay más pobres y de que, los que ya lo eran, aumentan su pobreza. Claro que rodeado del nivel de vida de muchos compañeros suyos de partido, con sus sobresueldos, dietas, tarjetas black…, cuando no comisiones y exclusivas cuentas en suiza, es difícil palpar esa realidad harapienta y de supervivencia que se empeña en golpear la burbuja en la que tan cómodamente se han instalado.
Sin embargo, el Sr. Nieto sigue a lo suyo, bendiciendo la venta de Mezquitas (perdón, Catedrales) por treinta monedas. Y es que, como cantaba Serrat, “él se ocupa de sus bienes terrenales mientras ellos tramitan su salvación eterna”. Y así nos va al resto de mortales cordobeses, o al menos a los que no formamos parte de esa curia eclesiástica o social. Por tanto, no debería incomodarse porque intentemos hacerle recordar su “promesa electoral”, y, apelando al Octavo Mandamiento “NO MENTIRÁS”, le exijamos que no se presente a las próximas elecciones municipales.
No obstante, pensándolo mejor, no, retiro lo dicho. Preséntese si quiere (al fin y al cabo, ustedes siempre obtienen la indulgencia clerical, por muchos Mandamientos que atropellen) y que sean los ciudadanos cordobeses quienes, en las urnas, rechacen su nueva petición de casamiento para dejarlo, como aquellas sufridas tías solteronas, “para vestir santos”. Aunque no tiene nada que temer, con todo lo que ha hecho usted por el Alto Clero, lo que es trabajo, en ese sentido, seguro que no le va a faltar.
José Moral, simpatizante de EQUO
Una idea sobre “La tía solterona y el Sr. Nieto”
Genial como siempre. Una manera inteligente de exponer con humor satirico verdades sobre la realidad y sus personajillos. Enhorabuena