Rosa Colmenarejo escribe a propósito de su paso al frente en la Asamblea de Ecolo.
El pasado sábado no podía quitarme de la cabeza esta frase, que corresponde al título de una película que Tavernier estrenó en 1999. Con ella puso en cuestión el sistema educativo francés y su relación con la problemática social derivada de un pueblo sumido en una profunda crisis. Una revolución silenciosa desde la escuela. Un testimonio valiente sobre el papel fundamental tanto de maestras y maestros como de nuestras propias criaturas en la conformación del sentimiento de lo colectivo, ya sea en un pueblo, como en una ciudad.
Respecto a lo vivido el sábado en la facultad de filosofía y letras, tengo que agradecer, en primer lugar, la confianza de la asamblea que ratificó la propuesta que hizo el grupo Pro-Equo en Córdoba. Un grupo que se reunió en tres ocasiones antes del 26 de enero de 2011, cuando Juantxo López de Uralde presentó EQUO en Córdoba y que había dejado «en suspenso» la decisión de preparar una candidatura para las elecciones municipales. Fue precisamente Juantxo quien nos animó no sólo con buenas palabras sino con su brillante exposición del «estado de la cuestión», al menos a mi. A partir del 26, nos hemos reunido hasta en cuatro ocasiones, un grupo de personas que ha oscilado entre 13 y 15, y que finalmente quedó conformado por un total de 30. Ha sido este grupo el que me propuso encabezar la candidatura de Ecolo en Córdoba y os puedo asegurar que no lo han tenido fácil. Hemos hablado mucho, he reflexionado, he comentado con amigas, con amigos y con mi familia, también con mis hijos, que se preguntaban por qué era necesario elegir otro alcalde (o alcaldesa!, dijo Manuela) cuando ya tenemos uno… Para explicarles esto recurrí a otra película… «Amanece que no es poco», de José Luis Cuerda, en la que cada habitante de ese pueblo descabalado y sorprendente tenía asumido un papel único que no podían eludir. Bueno, les convencí y ellos a mi. Al fin y al cabo, la canción de EQUO es muy pegadiza, muy divertida y envía un mensaje de esperanza tan claro que no hay quien se resista. Cantar anima una barbaridad.
Por supuesto, tengo más razones para asumir la responsabilidad de liderar el proyecto de ECOLO, un partido de ámbito nacional que nos servirá de paraguas electoral hasta la conformación de EQUO en partido, en Córdoba. ECOLO Córdoba es un proyecto inspirado plenamente en EQUO y en su manifiesto que cuenta con el apoyo del partido verde europeo. La razón más convincente es la responsabilidad. Creo firmemente en las capacidades de la política como herramienta para la gestión democrática de nuestra vida en común. Vivimos un momento crítico, un momento clave para variar el rumbo. Para asumir al fin los valores de la ecología política y de la equidad social, que para entendernos bebe del eco-feminismo en tanto que filosofía política. Estas dos sabias montañas, inspiradas tan claramente en la vida, presente y futura, no pueden estar más encerradas en un cuartito, segregadas de la vida municipal como «asuntos ambientales» o «asuntos de mujeres» o «asuntos sociales». Si convenimos que lo más importante de una sociedad es su propia gente, la vida de su gente, habrá que poner por encima de todo la conservación y la reparación de sus condiciones de vida, una vida digna, una vida feliz, una vida tranquila, una vida libre de violencia.
EQUO, ha sido el proyecto que al fin me ha mostrado de qué hablábamos cuando relacionábamos crisis con oportunidad. Supone una fisura en el sistema, deteriorado, inverosímil, anquilosado, por el que vamos a poder respirar. Un espacio abierto, que se abre sin consignas, sin hipotecas. Un espacio en el que, al fin, las mujeres vamos a poder incorporar nuestro pensamiento, nuestra acción, nuestro saber hacer, en igualdad de condiciones, sin concesiones. Si queremos estar, estaremos. Siendo ya lo que venimos siendo desde hace tantos años. Mujeres libres, mujeres comprometidas, mujeres empoderadas, mujeres solidarias. Ha sido emocionante descubrir que en esta aventura se embarcan hombres conscientes del valor de la vida, de la importancia de la corresponsabilidad en los cuidados de nuestras criaturas y nuestros mayores. Ellos también me han hecho sentir segura de que iniciamos, al fin, un camino común.
ECOLO Córdoba, abre este mismo espacio en lo local, en la escala más próxima a la vida, donde sea quizá más expuesto pero también más efectivo observar los efectos de la política. Este espacio está aquí para ser ocupado, es nuestra responsabilidad y nuestra oportunidad. La democracia es nuestra. No vamos a pedir permiso para trabajar duro, para ser efectivos y serios en nuestras propuestas. Para incorporar puntos de vista que nacen del sentido común y de un profundo conocimiento de nuestra ciudad. Hoy empieza todo. ¡Vamos allá!