El partido ecosocial considera muy graves las acusaciones lanzadas por los trabajadores del zoológico, que acusan al nuevo veterinario de desatender a los animales, lo que ha causado la muerte de varios especímenes como un gibón, muflones, arruis, visones europeos, gamos o ciervos. EQUO reclama que se atienda adecuadamente y en las propias instalaciones del zoológico a los animales, debiendo existir un veterinario que pueda acudir de forma inmediata a dichas instalaciones. EQUO considera igualmente que el zoológico es una instalación anacrónica y que debe transformarse en un centro de recuperación de fauna autóctona.
El Alcalde fotografía al tigre del zoo de Córdoba Foto: Diario CórdobaEn palabras de Pepa Bonilla, coportavoz provincial de la formación política: «Los zoológicos causan sufrimiento innecesario a los animales, al tenerlos recluidos fuera de su hábitat y su clima, expuestos a una presencia humana muy elevada. Son instalaciones propias del siglo XIX y deben desaparecer paulatinamente. Las instalaciones deben servir para proteger las especies animales de nuestra zona, concienciando a la ciudadanía de su valor para la sociedad y de los peligros que les acechan. Nada de eso se consigue mostrando a animales de otros continentes como mero espectáculo, al contrario, se mantiene la idea de que los animales están destinados a servirnos de diversión y entretenimiento. El supuesto valor educativo de ver a un simio africano en un recinto es mucho menor que cualquier buen documental que explique su comportamiento en su hábitat, en relación con su entorno. El Ayuntamiento debe desarrollar un plan para que se dejen de adquirir ejemplares no autóctonos y dirigir la inversión y la gestión del centro hacía la protección y recuperación de especies locales.»
Por su parte, Diego Rodríguez, coportavoz de EQUO Córdoba, añadió: «Mientras que sigan existiendo animales como objeto de exposición en el zoológico, es imprescindible ofrecerles la mejor atención, el Ayuntamiento tiene la responsabilidad de garantizar el bienestar animal, tal y como recoge la ley de Zoológicos, aspecto que en Córdoba deja mucho que desear. Otros zoológicos colocan el bienestar animal como una de sus prioridades, convirtiéndose en un ejemplo de buenas prácticas, como sucede con el de Jerez de la Frontera, con tres veterinarios en plantilla y una clara tendencia hacia la protección y recuperación de especies de la zona.