Con los datos conocidos hoy de la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2013, para EQUO no hay lugar al optimismo ni a afirmar, como se hace desde muchos sectores, que se está en el túnel de salida de la crisis. La triste distinción de ser la segunda provincia española con la tasa de paro más elevada, por encima del 37%, permiten desmentir el optimismo del gobierno central o de los ayuntamientos de la provincia.
Las cifras de Córdoba, que muestran un estancamiento del número de parados, cuando se ha producido un ligero descenso de 43.300 ocupados en Andalucía son indicativo claro de que ni la reforma laboral está dando los frutos largamente proclamados ni se está aprovechando la circunstancia de una crisis económica que está asfixiando a los andaluces para provocar un cambio en el modelo económico que nos haga estar más preparados para el futuro.
Para el coportavoz del partido, Diego Rodríguez, “las medidas que se están tomando, ya sean propias o impuestas por la Troika, solo están marcándonos el camino hacia la próxima crisis. La apuesta por repetir los errores del pasado y seguir confiando la economía a sectores claramente superados en lugar de otros más sostenibles y beneficiosos para la sociedad andaluza no da ninguna confianza a los andaluces ni en sus dirigentes ni en las políticas que aplican. Más allá de las cifras están los dramas que viven las miles de familias sin ingresos, los jóvenes que se ven obligados a emigrar, los investigadores que ven reducidos sus fondos…historias que nos relegan a una posición de parias y proveedores de trabajadores de otros países y nos sumen en una pobreza mucho más real que las conclusiones que algunos se van a apresurar a sacar de los datos”
En palabras de la coportavoz de EQUO Córdoba, Pepa Bonilla, “con descensos en el número de ocupados en la mayoría de las comunidades autónomas vemos cómo se sigue en la senda del “ladrillazo” y tanto desde la administración autonómica, estatal y europea se ponen trabas a las renovables, se sigue sin apostar claramente por el desarrollo local en los fondos de la PAC, o se cae en el populismo fácil de buscar los réditos electorales de medidas como la reapertura de la mina de Aznalcóllar en lugar de buscar un auténtico cambio en el modelo energético y apostar por hacer de nuestra comunidad un referente en sostenibilidad y economía basada en el bien común y la cooperación y la solidaridad entre los andaluces”