“Nuestra felicitación al pueblo andaluz por el día de la comunidad no puede confundirse con la autocomplacencia de la Junta. Queda mucho por hacer, y ahora es el momento”, Carmen Molina, coportavoz de EQUO Andalucía y parlamentaria andaluza
Para el partido EQUO ha llegado el momento en el que Andalucía deber dar un paso al frente y convertirse en el referente de un cambio de modelo que la sociedad está demandando, y qué mejor que aprovechar el 28 de Febrero, día de la comunidad, para reivindicar ese papel de deberíamos asumir los andaluces.
Según el partido verde, no podemos hablar realmente de soberanía si no lo hacemos desde todos los puntos de vista y no solamente desde una óptica meramente territorial. Según Isabel Brito, coportavoz de EQUO Andalucía, “no sirve de nada enarbolar banderas de soberanía mientras sigamos dependiendo de las políticas y las agendas que nos marquen desde Madrid o Bruselas, sin ofrecer opciones o alternativas. Hablar de soberanía implica hablar de política, de emergencia social, de situación medioambiental, de soberanía alimentaria…conceptos para los que en todos los casos Andalucía se encuentra más que preparada para afrontar un futuro diferente, más cercano a las necesidades de los andaluces y andaluzas y alejado de los intereses de las grandes corporaciones y las instituciones monetarias”
EQUO, englobado en Partido Verde europeo, pide que Andalucía juegue un papel importante como territorio de acogida a población refugiada como signo de pueblo solidario, diverso y multicultural.
Para Carmen Molina, coportavoz de EQUO Andalucía y parlamentaria andaluza, “existen dos formas de celebrar este día, desde la autocomplacencia institucional, como viene haciendo la Junta de Andalucía, o desde un aspecto reivindicativo señalando las muchas carencias y necesidades de nuestro pueblo que nos ha llevado a encabezar las peores estadísticas de paro y empobrecimiento de la UE y remarcando lo que estamos dispuesto a hacer para darle la vuelta a la situación”
En EQUO se apuesta por un mayor aprovechamiento de nuestros recursos en energías renovables, en agricultura y ganadería ecológica, en poner en valor nuestras extraordinarias superficies naturales, en definitiva en apostar por otros caminos que no sean una vez más caer en las garras de la especulación y el enriquecimiento de las élites económicas a costa de la condena al empobrecimiento de la mayoría.