No cabe duda de que en el imaginario colectivo de este país la fecha del 15 de mayo quedará asociada al movimiento popular de protesta que eclosionó hace un año como expresión de un profundo malestar social frente a la crisis del sistema socioeconómico que padecemos y de descontento con las respuestas que nos están ofreciendo los políticos en el gobierno. Pero esta fecha también ha sido elegida desde el año 1994 por la ONU para conmemorar el Día Internacional de las Familias y no parece inoportuno que establezcamos vínculos entre ambas efemérides. Las familias son las principales víctimas y los principales héroes de esta grave crisis. Están siendo el único salvavidas gracias al cual continúan sobreviviendo muchos jóvenes sin trabajo, muchos mayores incapacitados, muchas otras familias que han perdido su vivienda.
Los gobernantes se llenan la boca con proclamas en defensa de la familia pero sus políticas les desmienten cada día. En nuestra provincia hay ya más de 42.300 familias que tienen a todos sus miembros en paro y aumentan alarmantemente las tasas de pobreza y exclusión social. Las reformas laborales iniciadas por Zapatero y multiplicadas por Rajoy van justo en el sentido contrario de la creación de empleo: abaratar el despido, reducir los fondos para políticas activas, aumentar la edad de jubilación y ampliar la jornada laboral. EQUO propugna, en cambio, medidas inmediatas para crear nuevos puestos de trabajo y recuperar las enormes capacidades de la juventud que ahora tenemos desocupada. Para ello la inversión pública, lejos de replegarse, debe actuar como motor económico en los sectores donde hay necesidades y potencialidad en nuestra tierra (por ejemplo, recuperación de edificios, transporte público, sector agroalimentario, energías limpias, reciclaje, biotecnología). Debe reducirse progresivamente la jornada laboral y eliminar las horas extraordinarias, para permitir que más personas trabajen y sea más fácil conciliar las obligaciones laborales con la vida familiar y las responsabilidades domésticas. En lugar de paralizar el desarrollo de las prestaciones para las personas dependientes, como ha decidido el gobierno, EQUO sostiene que un potente sector sociosanitario y de servicios personales permitirá no sólo generar nuevos empleos sino también que las familias puedan disponer de mejor calidad de vida y de tiempo para las actividades profesionales y el ocio.
Cada familia cordobesa tendrá que pagar un promedio de 1.000 euros más al año a causa de la subida de tasas educativas e impuestos, los gastos en medicamentos y asistencia sanitaria y el encarecimiento de la energía y el transporte. Frente a estas medidas de un gobierno que muestra tanta preocupación por mantener bien saneadas las cuentas de los bancos y tan absoluta indiferencia por los problemas de la ciudadanía, EQUO defiende la necesidad de fortalecer los servicios sanitarios y educativos públicos, con carácter universal para todas las personas residentes en nuestro país y financiados con impuestos progresivos, persiguiendo el fraude fiscal y haciendo pagar más a los que más tienen, más consumen o más contaminan.
Contra las políticas equivocadas de restricción de derechos, que aumentan las desigualdades y desequilibrios sociales, creemos necesario implantar una renta básica que garantice unos ingresos mínimos estables a todas las personas.
El ejemplo de los países europeos más desarrollados demuestra que las políticas más efectivas de apoyo a la familia y de impulso a la natalidad pasan por ampliar los permisos y prestaciones por maternidad y paternidad, una extensa red de escuelas infantiles y fórmulas de flexibilización voluntaria de las condiciones de trabajo (teletrabajo, jornada parcial, transición a la jubilación anticipada). En España avanzamos en la dirección opuesta.
Finalmente, hay quien, desde los despachos o desde los púlpitos, continúa empeñándose en reducir la familia a un estereotipo rígido y encorsetado, como sus propias mentes, ignorando la riqueza de relaciones afectivas de la que es capaz el ser humano. Para EQUO la familia es la más sencilla expresión de solidaridad y apoyo mutuo basada en el amor entre las personas. No necesita que los poderes públicos la reglamenten, tan sólo que la apoyen de verdad.
Salustiano Luque Lozano
EQUO Córdoba.