A las puertas de la Semana Europea de la Movilidad, que se celebra entre el 16 y el 22 de septiembre, recordamos las consecuencias negativas de un tráfico excesivo y apostamos por promover modelos de vida y de movilidad más saludables.
Fomentar una movilidad más limpia y sostenible en nuestros pueblos y ciudades, reduciendo no sólo la emisión de gases de efecto invernadero, sino también la contaminación acústica o el estrés que causa un excesivo tráfico rodado. Esa es nuestra propuesta a las puertas de la Semana Europea de la Movilidad, que se celebra entre el 16 y el 22 de septiembre, y ante la que hacemos un llamamiento a la ciudadanía a concienciarse de que la movilidad es también un tema de salud pública.
Recordamos así que más allá de la mortalidad ocasionada por los accidentes de tráfico, según datos del Instituto de Salud Carlos III la contaminación atmosférica, ocasionada en buena parte por el tráfico rodado, causa más de 10.000 muertes en España, además de agravar patologías respiratorias y cardiovasculares y estar relacionada con el cáncer de pulmón, mama y digestivo. Igualmente, el abuso del coche favorece un estilo de vida sedentario poco activo, lo que igualmente redunda a largo plazo en una peor calidad de vida y la posibilidad de desarrollar determinadas enfermedades como obesidad o diabetes.
Frente a ello, y coincidiendo con la próxima conmemoración de la Semana Europea de la Movilidad, destacamos la necesidad de impulsar un modelo de movilidad alternativo no sólo en las largas distancias, sino especialmente en el entorno de nuestros pueblos y ciudades, haciéndolos más habitables, sostenibles y saludables.
“El fomento de la movilidad a pie y bicicleta, así como la puesta en marcha de líneas de transporte público multimodal, permitiría disfrutar de ciudades más limpias y con una población más sana, tanto física como psicológicamente”, ha señalado nuestra coportavoz, Carmen Molina, que ha recordado además la importancia que en este sentido tiene el urbanismo y la forma en la que diseñamos nuestras ciudades. “Hay que dejar de apostar por ese diseño que aleja a la población de los centros y los barrios y la desplaza hacia zonas residenciales de la periferia sin servicios, obligándola a coger el coche para todo”, ha indicado.
“Las Administraciones públicas, todas, tienen la obligación de implementar políticas orientadas a conseguir municipios más amables, habitables y saludables, pues pequeñas inversiones para modificar hábitos y recorridos nos permitirían una gran mejora que supondría un importante ahorro, sobre todo, de padecimientos de la ciudadanía, que vería mejorada su salud”, ha destacado por su parte el también coportavoz andaluz, Francisco Soler, que ha llamado a actuar ante una realidad “que está en nuestra mano cambiar”.