El último regalo del partido popular para Andalucía

Ya en 2009 anunciaba Ecologistas en Acción que el aumento de los costes de extracción del petróleo vendría acompañado de un aumento del protagonismo de los países integrantes de la OPEP previendo controlar todo el proceso productivo, desde la extracción hasta su refino.

No se han hecho esperar los contactos iniciados por una compañía iraní con empresas y autoridades españolas para lanzar su proyecto de construcción de una refinería en Andalucía tras el fin del embargo de EEUU y Europa a Irán.

En el punto de mira, como siempre Andalucía, y en concreto dos de las provincias más castigadas por el paro y por industrias contaminantes, Cádiz y Huelva.

A pesar de la constante lucha de organizaciones ecologistas, partidos como EQUO, colectivos ciudadanos, etc., para que evitar nuevos atentados ecológicos en nuestra tierra, siempre vuelven a la carga quienes quieren hacer negocios a costa de nuestra salud. Los gobiernos “en funciones” aliados de las grandes empresas del sector energético rápidamente lanzan nuevas bombas de relojería que amenazan con perpetuar un modelo productivo que nos está llevando a la degradación de nuestro territorio y a seguir nutriendo los bolsillos de unos pocos. Nosotros contamos para socializar los costes de las empresas, pero no para participar de sus lucrativas cuentas de resultado.

Cuando analizo el contexto actual escuece seguir hablando de globalización. Hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre dejando lo políticamente correcto a un lado. Estamos ante auténticas invasiones del capital que se saltan a la torera los gobiernos que democráticamente nos hemos concedido y que cada vez pintan menos en el tablero mundial.

De hecho aunque algunos, como el PSOE, piden explicaciones al gobierno en funciones, siguen manteniendo posturas ambiguas frente al Tratado de Libre Comercio e Inversión (TTIP) que tanto daña, no sólo los intereses de la ciudadanía y el medioambiente, sino el mejor instrumento que tenemos para preservar el interés general, la democracia.

Justificar que alguna compañía española como Airbus va a venderles a los iraníes unos cuantos aviones y que algunas otras empresas amigas podrán beneficiarse de los 350.000 millones de dólares que Irán quiere invertir tras el embargo, no me parece que esté directamente relacionado con el interés general y con un modelo social, ambiental y económicamente sostenible. Un reparto de la riqueza que no tiene en cuenta los límites del planeta, genera pobreza, desigualdad y degradación ambiental.

Ha llegado el momento de blindarnos frente a estos ataques y contrarrestarlos con contundencia, con propuestas alternativas y sobre todo con democracia participativa.

Quiero animar desde estas líneas a que utilicemos todas las plataformas para visibilizar la falta de información, transparencia y rechazo tanto a la propuesta de nuevas refinerías en Andalucía como a la forma de hacer política de este gobierno que se despide faltando de nuevo el respeto a la ciudadanía andaluza.

En Huelva y Algeciras sufrimos los efectos de una concentración industrial desorbitada desde hace décadas que ha generado graves impactos en el territorio y la salud. También la acumulación de instalaciones y fábricas del sector energético es grande, contando con reservas estratégicas y ya se ha intentado en varias ocasiones seguir ampliando estas instalaciones sin el más mínimo escrúpulo, incluso atentando contra figuras de protección natural de la importancia de Doñana.

EQUO Andalucía ha sido el primer partido político que ha manifestado su rechazo a esta nueva propuesta de refinería, al modelo energético y económico que nos ha llevado hasta la situación actual y a solicitar que dejen de atentar contra los intereses de Andalucía.

Solicitamos el cumplimiento del Principio de Precaución que rige toda la normativa ambiental

europea y que no se concentre más industria contaminante en provincias ya muy castigadas como Cádiz y Huelva. Nuevas refinerías sólo traerán consigo más especulación en los precios del petróleo, más dependencia de los combustibles fósiles y el mantenimiento de un sistema depredador con el medio, la Tierra y gran parte de la población mundial.

Andalucía debe convertirse en punto de arranque para un nuevo modelo productivo basado en el las energías renovables, el autoconsumo y la economía verde y sostenible.

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