Este impuesto se lo van a ahorrar muy pocos andaluces, por lo que más valdría establecer herramientas fiscales que mejoren la igualdad entre la gente de Andalucía. Lamentamos que el Gobierno andaluz ceda al chantaje de Ciudadanos y le instamos a explicar de dónde piensa recortar los 83 millones de euros que dejaría de ingresar, según sus propios cálculos.
Desde EQUO Andalucía consideramos un despropósito el acuerdo del Gobierno andaluz con Ciudadanos para elevar a un millón de euros el mínimo exento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, condición que la formación naranja había impuesto a cambio de su apoyo de cara a los próximos presupuestos andaluces.
Lamentamos así que el Gobierno del PSOE ceda ante un chantaje que no beneficia realmente a la ciudadanía, pues este impuesto se lo van a ahorrar muy pocos andaluces. Esta concesión, tras una campaña institucional de la propia Junta de Andalucía, pagada con dinero público y defendiendo el impuesto, supone en la práctica un nuevo giro a la derecha del Gobierno andaluz, al que invitamos a sentarse con otras formaciones a negociar unos presupuestos que de verdad cuiden de nuestra tierra y las personas.
Lo que necesitamos urgentemente en nuestra tierra son herramientas fiscales que mejoren la igualdad entre todas las personas, y no nuevos beneficios para las grandes fortunas o quienes se dedican a acumular, por ejemplo, inmuebles. Lo prioritario es que se pongan en marcha medidas de redistribución de la riqueza como la Renta Básica Universal o, al menos, la Renta Básica del Estatuto de Autonomía, que según el mismo establece está llamada a garantizar unas condiciones de vida digna, algo que muchos andaluces y andaluzas no disfrutan hoy día.
Instamos al Gobierno de la Junta a explicar de dónde piensa recortar los 83 millones que, según sus propios cálculos, dejará de recaudar si finalmente aplica esta medida, recordándole a los socialistas que en un Estado del Bienestar los impuestos resultan fundamentales para costear los servicios públicos y redistribuir la riqueza.
Nos oponemos a la modificación de un impuesto progresivo, que no grava el trabajo ni la producción sino la transmisión, y que afecta sólo a determinadas cantidades, e invitamos al Gobierno a negociar los presupuestos con otras formaciones que estamos en la oposición y que tenemos propuestas que, al contrario de lo que se conseguiría con ésta, sí promoverían una Andalucía más justa e igualitaria.