La coportavoz de EQUO Andalucía y parlamentaria, Carmen Molina, ha criticado esta semana que tanto el Gobierno andaluz como las confederaciones hidrográficas “hayan negado el problema de la sequía durante demasiado tiempo aplicando políticas y medidas de urgencia, improvisadas y sin resultados analizados”. Así lo ha señalado con motivo de la comparecencia en Comisión del consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural a fin de informar sobre las necesidades hídricas del sector agrario almeriense y las medidas propuestas para afrontarlas.
A este respecto, Molina ha señalado que “las sequías se gestionan en tiempos de normalidad, que es lo que no hemos estado haciendo. Seguimos gestionando el agua como si fuera un bien ilimitado y como si el cambio climático fuera un cuento chino”.
La coportavoz de EQUO Andalucía ha defendido que las sequías se deben abordar con planificación y no con improvisación para amansar a ciertos grupos de presión que exigen medidas inmediatas, pues “la experiencia confirma que esto es pan para hoy y hambre para mañana. Desde hace tiempo se tiene conocimiento de que el problema del agua en España no es un problema de escasez de agua, sino que es un problema de mala gestión y de falsas promesas. La solución a este problema no se debe condicionar a los dichosos cuatro años de legislatura, sino que se debe plantear en el medio y largo plazo, por un equipo técnico multidisciplinar que trabaje con independencia del color político y con rigor científico”.
Está en peligro no sólo en abastecimiento humano de algunos municipios andaluces, sino también la conservación y preservación de humedales, acuíferos, ecosisistemas fluviales, etc.
Las medidas adoptadas hasta ahora han estado enfocadas a seguir incrementando la oferta, y se basan en la realización de grandes obras hidráulicas; presas, embalses, diques, trasvases o canalización de los ríos. Sin embargo el foco habrá que ponerlo en la recuperación y conservación del buen estado ecológico de los ecosistemas acuáticos y de ribera, que son los que mejor se encargarán de absorber y amortiguar los impactos del cambio climático, dese luego mucho mejor que las grandes obras de infraestructuras.
Para ello, EQUO considera fundamental:
1) Controlar la demanda de nuevos regadíos y no incrementar una oferta inexistente.
2) Cerrar el ciclo hidrológico, lo que ahora no se hace, es decir, depurar las aguas residuales y reutilizarlas incorporándolas al ciclo.
3) Cambiar el modelo de gestión de los recursos hídricos siguiendo la Recomendación del Parlamento Europeo del 18/5/2016 y condicionando el reparto, al cumplimiento de los requisitos ambientales de la DMA y de los planes hidrológicos de cuenca dando prioridad a los requisitos socioambientales frente a los económicos.
4) Respaldar la agricultura de calidad y no de cantidad. Al fin, es un despropósito aumentar las producciones para después acabar tirándolas cuando el exceso de producción hace bajar los precios.
5) Implementar sistemas de ahorro y eficiencia de agua en todos los sectores productivos.
6) Eliminar las pérdidas de las conducciones de muchos municipios.
7) Proceder a una reconversión general del regadío que reduzca la superficie regada.
8) Reutilizar las aguas de depuración. El problema es que faltan por depurar el 15% de las aguas de Andalucía según datos oficiales y extraoficialmente sabemos que se está regando con aguas sin depurar.
Puedes ver la intervención completa de nuestra parlamentaria en el siguiente vídeo: