En el campo urge destinar las ayudas europeas a pequeños y medianos productores y no a la gran agroindustria.
Para EQUO las ayudas agrícolas deben ir encaminadas a promover la agricultura de la gente que trabaja y vive en el campo. Las prioridades debería ser la agricultura ecológica y extensiva que fomente la soberanía alimentaria. Además, es urgente invertir en una agricultura adecuada frente al cambio climático, y no la agroindustria.
Así, denunciamos la falta de ayudas que promuevan una agricultura sostenible frente a la agroindustria y familias terratenientes tradicionales, principales beneficiarios de estas subvenciones con un bajísimo efecto social o ambiental, al estar desligadas en gran medida de la producción o el empleo.
Según la información aparecida en un medio de comunicación sobre la distribución de las subvenciones agrícolas europeas especialmente entre grandes fortunas, gran parte de las ayudas, la mitad del total de 250 millones de euros, han ido a parar a manos de ricos terratenientes en Cádiz y Sevilla, precisamente dos de las provincias con un mayor índice de desempleo (36 % y 29 % según cifras del INE para el último periodo del 2015).
Estas subvenciones agrícolas deberían estar destinadas a promover prácticas agrícolas beneficiosas para el mundo rural que conserven a su vez la biodiversidad y el manejo ecológico de las especies agrícolas. En palabras de nuestra coportavoz y Diputada en el Parlamento andaluz, “La mejor inversión de las ayudas agrícolas es promover la agricultura productiva, para la gente que quiere trabajar y vivir en el campo”; esto además contribuye a fijar población en las zonas rurales, evitando el despoblamiento que se da en algunas zonas de Andalucía.
Florent Marcellesi, portavoz de EQUO en el Parlamento Europeo y que ha estado estos días en Andalucía, ha comentado que «la próxima revisión de la PAC tiene que servir para orientar el modelo agrícola europeo hacia una mayor sostenibilidad y equidad. En particular, es necesario que las subvenciones e inversiones vayan destinadas principalmente a la agricultura y ganaderías ecológicas, extensivas y familiares, y en pro de los bienes comunes y de la soberanía alimentaria. Además, es urgente invertir en una agricultura resiliente frente al cambio climático, el gran reto de este siglo XXI».
Por último decir que es necesario que el enfoque de género también se aplique a la concesión de estas ayudas a nivel europeo. Las cifras ponen de manifiesto la falta de visibilidad de la actividad de las mujeres en el mundo rural, el 67% de la titularidad de las tierras pertenecen a hombres (Encuesta de explotaciones agrarias 2013. I.N.E.) y es necesario incluir criterios que favorezcan a la equidad en la concesión de subvenciones es necesario continuar trabajando en reducir