“Érase una vez una niña que iba caminando por la playa, se subió a las rocas y fue encontrando tesoros marinos: erizos, anémonas, cangrejillos… Pero algo llamó su atención en el mar. Algo se movía, prestó más atención, se agitaba muy rápido, se sumergía y volvía a la superficie, era una figura oscura que empezó a hacer saltos y piruetas elegantes en el aire. ¡Era un delfín! Un hermoso delfín con una franja gris clara que le llegaba desde la aleta caudal hasta el pico. Ella los conocía bien, los había estudiado en el colegio.
El delfín comenzó a emitir silbidos y chasquidos, quería comunicarse con ella, pero no lo entendía. Se acercó más a las rocas, resbaló y cayó al agua. Empezó a hundirse. El delfín nadó rápidamente hasta ella. La subió en su lomo hasta la superficie. La niña respiró. Tan solo había sido un susto.
-¡Hola!, me llamo Marcos. Le dijo el delfín. La niña se frotó los ojos, no podía creer lo que había oído. El delfín soltó una sonora y aguda carcajada:
-Ji,ji,ji. Reía sin parar el delfín. – No te asustes, le dijo el delfín. Soy un delfín mágico, y por eso entiendes lo que te digo, y si confías en mí nos sumergiremos para que conozcas donde vivo. La niña, tímidamente, dijo que sí, y se agarró fuerte al lomo de aquel maravilloso animal.
Todo lo que vio la niña junto al delfín fue maravilloso, todo lleno de vida: huidizos peces rayados o transparentes, estrellas de mar pardas y rojizas, caballitos de mar entre las algas. Nadaron con prudencia entre erizos y morenas. Saltaron entre las corrientes y remolinos, e incluso saludaron a una tortuga boba y otra verde. Jugaron con la manada de Marcos. Todos sus amigos y parientes querían jugar con ella. El tiempo pasó rápido y cayó la noche. La luna llena iluminaba.
– Ha sido un día precioso, no sabía que en el mar hubiera tanta vida. Dijo la niña.
– Hace tiempo, cuando era pequeño, llegué muy enfermo a una playa de Almería. Unos humanos, que se llaman PROMAR, me atendieron y me cuidaron durante meses, día y noche sin descanso. Desvelándose por mí, porque sabían la importancia de que yo sobreviviera, y así enseñarles a todos la importancia de cuidar el mar. Todos aprendieron lo frágil que era, y lo desconocido que era para ellos el mar. Apenas sin medios, pero con la ayuda de más de trescientos voluntarios consiguieron llevarme con los de mi especie. Dieron una gran lección a la humanidad: consiguieron concienciar a los de tu especie de que hay que preservar el mar, y que tienen unos vecinos que hay que cuidar. No se había dado hasta entonces un caso como el mío en todo el mundo. Ahora nos nombran en todos los colegios por nuestros nombres: calderones grises y comunes; delfines comunes, listados y mulares; cachalotes; marsopas; orcas comunes y bastardas; rorcual norteño, común y aliblanco; jibarte; zifios comunes y de blainville. Y los niños y niñas de Almería lideraron una campaña en defensa de los mares sin precedentes en el mundo. Desde entonces los mares del mundo están limpios, ya no nos cazan, y no se pesca indiscriminadamente.
-¡Es hora que vayas a casa!, te estarán esperando, dijo el delfín.
-No tengo casa. Respondió tristemente la niña. ¿Puedo quedarme contigo?, dijo ella.
El delfín le miró a los ojos y vio un gran desconsuelo en ella. Los ojos los tenía llenos de lágrimas, y él lo comprendió todo. En sus ojos se reflejó rápidamente una triste y violenta historia. El viento le susurró su nombre: Miriam, Miriam.
– ¡Vente conmigo! Saltaremos en las olas, y jugaremos con nuestros amigos y amigas. Dijo el delfín.
– ¡De acuerdo!, ya no tengo miedo al agua, dijo la niña.
Los dos se alejaron alegremente de la costa. Siguieron el camino que reflejaba la luna llena. Ya lejos, se pudo ver cómo dos grandes aletas caudales se sumergían en el mar. Marcos, el hermoso delfín, y Miriam, la bella sirena.”
Cuento para la pequeña Miriam, que no verá florecer los almendros, porque un ser depravado le clavó su garra negra en la tierra del desierto llena de gentes generosas. Y a todos los niños y niñas que necesitan que los mayores nos levantemos para dejarles un mundo mejor.
7 ideas sobre “MARCOS, EL DELFÍN LISTADO (por Mar Verdejo Coto)”
Precioso , enhorabuena , me gusta mucho.
Gracias a todxs por vuestras palabras cariñosas, y de ánimo. Espero que os guste también el próximo artículo. Si tenéis alguna sugerencia que hacer, no dudeis en poneros en contacto conmigo. Un abrazo de los grandes
MIS MEJORES DESEOS PARA 2013 !!! BSSS DESDE TUCUMAN, ARGENTINA
Me encanta!!!!
Un relato precioso que denota el cariño por la naturaleza y por todos los seres vivos que en ella convivimos. Qué bonito sería si todos pensáramos de igual manera.
ANIMO MAR, POR BUEN CAMINO VAS.
CON MIS MEJORES DESEOS PARA EL 2013
Felicidades Mar, te he leido esta mañana en la Voz y me parece que has conseguido encontrar un mundo de cuentos llenos de historias y personajes con una sensibilidad que te identifica y nos emociona. Mucha suerte en tus apuestas en los mundos marinos. Besos.
Gracias Mar por este cuento tan emotivo….¡gracias tambien de parte de #SavingMarcos y de #Miriam…
Un cuaento precioso….Precioso….
Un beso.