Según el ranking de transparencia de los Ayuntamientos elaborado por Transparencia Internacional, los ayuntamientos, en general, han mejorado en cuanto a la atención prestada y facilidad de acceso a la información, primer paso para la mejora de la transparencia, siendo España, a fecha de hoy, uno de los países más opacos de Europa.
Es obvio que, a mayor transparencia menor corrupción, pero esta no es suficiente si no va a compañada de un aumento en la participación de la vida municipal, por ejemplo incentivando sistemas para la ciudadanía de denuncia, vigilancia y control de las cuentas públicas.
Actualmente el Ayuntamiento de Almería se rige por el Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana, aprobado, en su momento, sin contar con el apoyo de la oposición. Dicho reglamento ofrece distintas posibilidades burocráticas de participación muy alejados de la práctica de democracia directa y participativa.
Sirva como ejemplo, la convocatoria de dos plenos extraordinarios para el 15 de noviembre próximo, plenos que convocados por el Sr. Alcalde con carácter extraordinario, no pueden contemplar en el orden del día el punto de información y participación ciudadana, imposibilitando por lo tanto que la ciudadanía pueda realizar preguntas al Sr. Alcalde y concejales sobre su gestión.
Pues bien, asombrosamente uno de los plenos versa sobre un monográfico del estado de la ciudad. Se nos habla de participación y democracia y, a su vez, se nos impide tener voz, gracias a las potestades que tiene la figura del Alcalde, otorgada por las normas de aquellos que se gobiernan a sí mismos.
Para la formación política Equo Almería, esto constituye una clara muestra de un gobierno municipal divorciado de su ciudad que da la espalda a sus ciudadanos.