DEMOCRACIA REAL VERSUS EL OCASO DE LOS PARTIDOS (por Mar Verdejo Coto)

Foto Mar VerdejoEstos días andamos esperando un milagro en forma de dimisiones, mociones de censura, elecciones anticipadas, proceso constituyente, etc. No esperemos nada de esto: el culebrón del verano seguirá en el levante y en el poniente, en el norte y en el sur, y mientras tenemos que seguir construyendo algo nuevo desde abajo: organizarnos y reconstruir nuestro maltrecho sistema democrático, porque para tener democracia es necesaria más democracia, dice Raúl Quinto en sus redes sociales.

Nos debemos preguntar: ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Los grandes partidos están carentes de ideas, de novedades y de alternativas. No sabemos cuándo saldremos del túnel, pero lo que está claro es que el paisaje será diferente. “La democracia está suspendida”, como dice el profesor De Sousa, y “hay que redefinirla”. El camino no son los actuales modelos de partido con su anquilosada Ley de Partidos que les impiden tener organizaciones demócratas, transparentes, participativas y abiertas. “Son organizaciones jerarquizadas, opacas y cuyo funcionamiento está derivando en casos de corrupción y financiación irregular”, asegura Reyes Montiel, coportavoz Federal de EQUO, en su artículo “Nueva Ley, Nuevos Partidos”. “Cada vez menos representan a la ciudadanía que es dinámica, diversa y plural”, dice Antoni Gutiérrez-Rubí, experto en comunicación política, y “que las herramientas son, entre otras: una transparencia radical con declaraciones de bienes, agendas públicas, presupuestos de partido, etc.; redes abiertas y accesibles que faciliten la sociabilización y la politización; debates abiertos para que no se centralice todo en la jerarquía; las sedes transformadas en espacios abiertos al servicio público, siendo éstas productoras de actividad política y cultural”. “Hay que recuperar la política de su incapacidad de garantizar el bien común frente a los grupos de poder que han parasitado las instituciones representativas”, asegura Inés Sabanés de EQUO.

Ya no podemos resignarnos ni conformarnos, ni esperar a que los representantes solucionen los problemas de todos. Indira Gandhi, dijo: “Normalmente la inspiración divina llega cuando el horizonte es más negro”. Es posible dibujar un nuevo paisaje a la salida del túnel si la ciudadanía asume el relevo y la responsabilidad. En palabras del historiador Eric Hobsbawn: “hay que recuperar los valores que creen en el progreso humano, de toda la humanidad, a través de la razón, la educación y la acción colectiva”. Hay alternativas: sigamos trabajándolas dentro del tejido social.

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