08/03/12 Desde la educación y la cultura al compromiso social

Ayer se celebró en la Universidad de Almería una mesa debate, organizada por Segundo Curso de Magisterio, en la asignatura “Sociedad, Escuela y Democracia” que moderó la profesora María Jesús Márquez, con el objetivo de presentar un concepto abierto de la educación a través de las experiencias de compromiso social.

 

Intervinieron Manuel Pérez Sola, profesor del IES El Argar y miembro de Amigos de la Alcazaba y de EQUO; el poeta Juan José Ceba, miembro del Foro La Chanca y el escritor Pepe Criado, miembro de la Asociación de Trovo “El Candiota” y de EQUO.

 

María Jesús Márquez presentó a los ponentes y defendió la educación como una tarea de todos y de todas, del conjunto de la sociedad y no sólo de la escuela.

 

Manuel Pérez Sola, en su experiencia como educador de personas jóvenes en fase de exclusión social, remarcó que la escuela no está para nutrir de mano de obra al mercado sino para formar personas conscientes de su realidad y con capacidad para transformarla. Y comentó la dinámica que se ha generado en su instituto que el barrio, La Molineta, sea una zona ansiada para la especulación de terrenos y cómo el alumnado se ha implicado y tomado conciencia luchando por el entorno. En definitiva, planteando la educación como un revulsivo para mejorar las condiciones de vida.

 

Juan José Ceba, que llegó a la Universidad acompañado de Mar Verdejo, y la emoción de haber mantenido un encuentro con el pintor Antonio López, habló de alma a alma y definió su dilatada experiencia educativa en La Chanca como “maestro que vive en el barrio para ser enseñado, transformado y moderado por las hermosas criaturas de La Chanca”. Juan José Ceba cree en una escuela de transformación, de compromiso, humanista, que desarrolla pensamiento crítico y poder creativo, haciendo que las personas sean útiles en el desarrollo social.

 

Juan José Ceba añadió que los maestros y las maestras tienen la obligación de creer en cada niño y cada niña como experiencia irrepetible para esperar todo lo que pueden dar y que las personas que educan tienen que ser tan idealistas que puedan enfrentarse con el sufrimiento cotidiano que pueda afectar a la infancia y a la juventud.

 

Por su parte Pepe Criado explicó cómo llegó a introducirse en el mundo de la cultura de tradición oral, ese patrimonio histórico que recibimos intangible, que no se puede ver, y que forma parte de la idiosincrasia personal de cada ser humano. También instó a las futuras generaciones de maestras y maestros a que hagan ver a su alumnado que son personas integradas en un medio cultural propio y a que las formen con la capacidad de discernir entre las ideologías que pretenden colonizar sus conciencias y su esencial libertad.

 

La moderadora, María Jesús Márquez, introdujo, para finalizar, un debate en el que primó la necesidad de que la escuela eduque en un pensamiento crítico y que ahonde en una formación que evite que las personas sufran un secuestro emocional por parte de las ideologías y de los mercados.

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