En la mañana de hoy, muchos jienenses hemos podido comprobar cómo multitud de árboles, situados a lo largo de todo el Paseo de la Estación, han sido marcados con una flecha naranja.
Todo parece indicar que se trata de una marca para proceder a su talado y, de hecho, nos encontramos con que varios ejemplares ya lo han sido.
Antes de que sea demasiado tarde, solicitamos al Ayuntamiento de Jaén un informe técnico documentado de la situación de estos árboles, el Plan de Arbolado de la ciudad, el informe técnico con fotografías y, en el caso de los árboles que ya han sido talados, cuál ha sido el procedimiento de tala así como qué acciones son contempladas como alternativas en este estudio técnico. Exigimos así mismo la paralización total de las talas hasta que se aclare esta situación, que entendemos que no es necesaria y que tendrá alternativas que no exijan estas medidas.
Jaén necesita una planificación a medio y largo plazo en cuanto a la protección y desarrollo de zonas verdes y arboleda, partiendo de un análisis de la situación actual con censo de arbolado, proyectos de plantaciones y normas técnicas actualizadas respecto a su mantenimiento, podas y talas. EQUO reclama que estas actuaciones municipales se lleven a cabo con participación de los colectivos ciudadanos y vecinales así como con información transparente que permita conocer los motivos y características de cada intervención.
Pero, ¿qué motivos son los que alega nuestro Ayuntamiento para aniquilar una masa arbórea de más de 40 años que reporta enormes beneficios para la ciudadanía: genera oxígeno, filtra el aire contaminado, frena los ruidos, hace de pantalla visual, da cobijo a fauna, da sombra y crea un microclima tan necesario en esta ciudad que sufre temperaturas en verano de más de 40 grados…y cuya desaparición produciría un daño irreversible?
Una vegetación que es capaz de suavizar las temperaturas extremas y cuya importancia se incrementará más aún si cabe debido al cambio climático que estamos sufriendo a escala global. En una ciudad de asfalto, cemento y hormigón, poco adecuada a la vida, el bosque urbano es necesario no sólo por su carácter ambiental sino también por su carácter social y psicológico.
Estos árboles, que incluso estaban ya generando yemas en ramas podadas la semana pasada, no tienen indicios de estar enfermos ni de tener ningún otro problema, a excepción de estar castigados por las podas mal realizadas.
Este Ayuntamiento y sus técnicos confunden la poda con la tala. Un panorama tan habitual que incluso los ciudadanos lo ven como algo normal, creyendo que así los árboles crecerán más fuertes. Pero nada más lejos de la realidad, al contrario los árboles sufren, se debilitan, enferman y mueren por ese manejo.
Las podas violentas dañan el árbol y en Jaén estamos acostumbrados a ver desmoches (cortando el tronco principal) o terciados (se corta la tercera parte de las ramas) y eso es acabar con un árbol. La única poda aceptable es aquella en la que se eliminan ramas secas o enfermas y no se toca el resto, simplemente se deja al árbol crecer. Con los cortes lo que se consigue es hacer heridas muy grandes por las que entran virus y hongos y al cabo del tiempo tendremos un árbol podrido que al primer viento perderá ramas o se caerá.
Las podas innecesarias y mal planificadas provocan crecimientos extraños, descompensados, convirtiendo los árboles en débiles e inseguros. Desprovistos de ramas y hojas, agotan sus energías. Los brotes vigorosos y rectos que vemos en árboles podados no muestran su vigor, sino un intento desesperado y costoso de crear hojas a toda velocidad para no morir. Una mala poda equivale a una baja esperanza de vida.
Los árboles que van a ser eliminados son Plátanos de sombra (Platanus orientalis L. var. Acerifolia Aiton) y son ejemplares que forman parte de nuestra historia y nuestro paisaje urbano. Llevan más de 50 años ahí, sufriendo año tras año las podas, muchas veces innecesarias y en la mayoría de los casos nefastas, realizadas sin ningún tipo de criterio técnico y que han causado enormes estragos en los árboles.
Podas que se hacen en épocas en las que ya empiezan a brotar las yemas de nuevas hojas, y que debilitan en exceso a los individuos que, a pesar de todo, siguen brotando año tras año. Esto ocasiona al árbol heridas, muñones y oquedades que no significan en absoluto que los árboles estén podridos ni muertos. La poda es un arte que obliga a saber de botánica y de técnica. Para podar no basta con saber usar una motosierra, necesitamos profesionales.
Lo que sí habría que plantearse es la elección de las especies que ponemos en nuestras ciudades ya que al elegir las de rápido crecimiento, en este caso un Plátano de sombra que llega a los 40 metros de altura y los 30-40 de ancho, en calles en las que no es posible este crecimiento nos obliga a tener que podarlos convirtiéndolos en esqueletos.
Una mala planificación conlleva medidas erróneas. Los árboles deben formar parte del diseño arquitectónico como un ser vivo, y no como un mueble de quita y pon, por lo tanto deben ser bien escogidos en función del espacio y los requerimientos específicos de la especie.
7 ideas sobre “Los jienenses exigimos una explicación al Ayuntamiento sobre la tala de más de 60 árboles en el Paseo de la Estación”