EQUO Cádiz realizó ayer día 9 un acto simbólico para recordar la catástrofe de FUKUSHIMA. Tras el primer aniversario del desastre el partido eco-social reclama un debate serio sobre el modelo energético.
El 10 y el 11 de marzo se cumple un año desde que un tsunami arrasó con la región de Fukushima, cercenando la vida de miles de personas y provocando una catástrofe nuclear que multiplicó las consecuencias del desastre natural.
En esta triste efeméride EQUO Cádiz celebró ayer un acto simbólico en la playa de La Victoria de la capital. Encendiendo velas para recordar a las víctimas y criticar las políticas del Gobierno que, con la reciente supresión de las primas, suponen un auténtico apagón a las renovables.
La catástrofe de FUKUSHIMA sigue, un año después de suceder, emitiendo radiactividad, y ha condenado a una enorme región al desastre económico y social. Una catástrofe que ya ha hecho que en otros países se replanteen el modelo energético, cierren las centrales nucleares más inseguras, y concreten un calendario de cierre urgente para el resto. Incluso Francia ha exigido a sus centrales un gran esfuerzo en mejorar la seguridad.
En España, sin embargo, las exigencias en materia de seguridad son mínimas, y en lugar de cerrar inmediatamente la central nuclear de Garoña, idéntica a la de Fukushima, y con graves deficiencias debido al paso de los años, el gobierno se propone prolongar su vida al menos hasta 2019.
María Merello, candidata de EQUO por Cádiz al Parlamento Andaluz, declara “hemos realizado esta triste efeméride para recordar los peligros de la energía nuclear y criticar al Gobierno por el retroceso que supone la retirada de las primas a las renovables. Es lamentable que el Ejecutivo del PP no apueste por el séctor energético con mayor futuro, como están haciendo en el resto de Europa. Pagaremos caro en el futuro este estancamiento. Tanto en términos de empleo como de independencia energética.”