MªCarmen Navarro Solano. Doctoranda Desarrollo y ciudadanía: derechos humanos, igualdad, educación e intervención social (UPO).
La incorporación de mujeres en el ámbito de decisión política es una cuestión de justicia social, esto es una premisa incuestionable desde el paradigma feminista, pero no es garantía directa de la representación de los distintos intereses del feminismo político y por tanto del fin transformador que incorpora en sí mismo el sistema de cuotas. A pesar de los cambios significativos que se han producido con la incorporación de mujeres a puestos de representación política, las mujeres que se integran a los puestos de representación política no lo hacen en las mismas condiciones que sus compañeros parlamentarios. Esta presentación forma parte de una línea de investigación desarrollada en relación al acceso de las mujeres a puestos de dirección y en concreto respecto a la representación en el ámbito político.
En los últimos años, se está produciendo un debate teórico político entre las feministas teóricas y las políticas feministas (entre diversas corrientes del feminismo y el feminismo institucional). Concretamente en un encuentro celebrado en Baeza, la Socióloga Rosa Cobos dirigió una conferencia titulada “El reto de mantener las Políticas de Igualdad en las Agendas Políticas”. En él se hizo un análisis de los tres problemas básicos a los que se enfrenta el feminismo en los ámbitos del poder:
En primer lugar, aquellas políticas que proponen al poder político y no son consideradas vinculantes, no transforman el entorno. En el caso del uso de las cuotas la vinculación venía garantizada por ley, pero ¿estamos cumpliendo con la representación equilibrada? ¿Accedemos a los mismos puestos de decisión? En segundo lugar, la aplicación puramente tecnocrática de las políticas de igualdad están despolitizando el objetivo de la misma, es decir, las políticas de igualdad al igual que el uso de las cuotas, se están contemplando como fines en sí mismas “se trata, al cabo, de la racionalidad contemporánea lato sensu que, paradójicamente, implica despolitización (…) esto es, a un predominio de los medios sobre los fines” (Camps, 2010: 24) ¿Están las mujeres feministas en los nodos del poder político?. El tercer problema al que se enfrenta el feminismo, es la necesidad de la incorporación de la propia perspectiva feminista en todos los procesos de las políticas públicas, es decir el análisis teórico político de la realidad de las políticas públicas en clave feminista. “Hay que señalar que en estos últimos años se está manejando, tanto en ámbitos académicos como políticos, la noción de género desvinculada del feminismo, pese a que este concepto surge como un instrumento de análisis de la teoría feminista” (Cobo, 2005: 250) ¿Qué está pasando? ¿Cuál es la cultura política dominante? ¿Se reconoce el poder político a las mujeres?
Está presentación pretende ser una aproximación reflexiva a la teoría feminista de la representación política, concretamente entorno a los conceptos: redistribución del poder y reconocimiento del mismo (Amorós, Celia, 1999; Faser, Nancy, 1996) y al significado de influencia política y autoridad política (Jónasdóttir, 1993).
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