Hoy se firma en Nueva York el acuerdo al que se llegó el pasado mes de diciembre en París sobre la reducción de las emisiones de CO2; el acuerdo será ratificado por más de 160 países, incluido España, y posteriormente los objetivos nacionales tendrán que ser aprobados por los parlamentos nacionales de los países. EQUO, insta al gobierno a cumplir sus compromisos en la lucha contra el cambio climático y a transversalizarla en las políticas públicas.
Para Juantxo López de Uralde, coportavoz de EQUO, “el tiempo de las palabras ha pasado. La lucha por la Tierra necesita de acciones concretas capaces de generar cambios globales. No hay tiempo que perder; es hora de tomarse en serio unas políticas más limpias en todos los ámbitos si realmente se quiere plantar cara a una de las amenazas del siglo XXI”.
Hasta ahora estos compromisos no se han tomado en serio y no se han adoptado medidas eficaces; el Observatorio de la Sostenibilidad mostraba en un informe que las emisiones en España en 2015 habrían aumentado un 4% respecto a 2014; sin embargo el Inventario Nacional de Emisiones, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Alimentación aún no ha publicado los datos relativos a 2015.
Consideramos el acuerdo de París un paso más hacia delante en la adopción de un modelo productivo sostenible y el mecanismo para impulsar la verdadera batalla política y social contra el cambio climático que los verdes llevamos años liderando.
En palabras de Rosa Martínez, coportavoz de EQUO, “es muy significativo que hoy día de la tierra sea la fecha elegida para la firma del acuerdo del clima de París. Este acuerdo es la guía y la oportunidad que tenemos para que los gestos y actitudes de millones de personas en el mundo se conviertan en políticas. Se abre un nuevo horizonte y todas debemos remar en esta dirección porque cuidar de la tierra es cuidar de los derechos y el bienestar de las personas”.
Es imprescindible que la agenda incorpore políticas verdes como una prioridad; ya que las consecuencias de no hacerlo tendrá un impacto no sólo en la salud y el bienestar de las personas, sino en muchos sectores económicos como la agricultura o el turismo que se verán gravemente afectados, hasta el punto que puede comprometer su viabilidad a medio plazo en algunas regiones.
Florent Marcellesi, diputado en el Parlamento Europeo, se muestra convencido de que “con COP21 dejamos atrás el tiempo de las energías sucias, y del despilfarro, y abrazamos la era de la energía limpia respetuosa con el clima y en favor del bienestar de las personas. El acuerdo de París marca sin duda el camino a seguir, un vía de no retorno hacia otro modelo mucho más sostenible».
Desde EQUO, a través de nuestra presencia en las instituciones locales, en el Congreso y en el Parlamento Europeo estamos proponiendo fórmulas para evitarlo: una transición hacia una economía sin emisiones contaminantes, 100% renovable, que apueste por empleos en sectores limpios e innovadores y un modelo productivo que tenga en cuenta el bienestar de las personas y del entorno donde habitamos.