Cuando yo trabajaba en Telégrafos, a mediados de los años noventa nos citó en Madrid el Jefe del Servicio de Centrales y Redes a todos los Jefes Provinciales de Telecomunicaciones. El asunto era, que aunque las Centrales Télex y Telefónicas de cada provincia iban relativamente bien, con un tiempo de respuesta en la subsanación de averías razonable, no sucedía lo mismo en los Sistemas de Transmisión (líneas de cable, circuitos de hilos de cobre desnudo, sistemas de radio, etc…) que eran las vías por donde viajaban las señales entre provincias. En los partes de control que llegaban vía Télex a Madrid, habían comprobado que hasta que una provincia se hacía cargo de la avería y de enviar técnicos para su reparación, había un largo periodo donde se achacaba la avería a la provincia limítrofe, (debido a la falta de precisión de los obsoletos aparatos de medidas y los pocos recursos humanos y de vehículos que disponíamos) argumentando que estaba localizada fuera de su competencia. Como Calatayud era el límite de las competencias entre Zaragoza y Guadalajara, el Jefe del Servicio nos dijo como ejemplo: ¡Estoy hasta los ..jones de que las averías siempre estén más allá de Calatayud!. Se determinó entonces, que a los partes de averías que enviábamos, acompañáramos las tablas de mediciones y datos de los ecómetros. A la vista de ese historial, se podía conocer, en caso de averías de las líneas, los trabajos previos de cada Jefatura Provincial y las medidas adoptadas para su solución. Con ello la calidad mejoró muchísimo.
Viene esto a cuento, en relación a las voces que después de los resultados electorales de las elecciones europeas en España, proponen una alianza para el futuro de los partidos a la izquierda del PSOE, en base a otra probable de la derecha y la socialdemocracia, como ya sucede en Alemania y en Europa.
Mi opinión es que si los partidos y movimientos de izquierda, que están naciendo como alternativa social (por motivo de la dureza contra la población de las políticas anticrisis, la gran extensión de la corrupción y la falta de representantes políticos desinteresados y austeros en las instituciones) con mucho esfuerzo, altruismo e ilusión de los que los componen, se relacionan con los que no se han saneado, de los que han aprovechado sus puestos para colocarse ellos, a sus familias y militantes en las administraciones y empresas públicas (y hay casos de sagas familiares), de los que apoltronados en sus cargos durante muchos años han incrementado su patrimonio de forma inexplicable, de los expolíticos y exsindicalistas que se han aprovechado para montar sus empresas y de asesores con grandes sueldos en distintas instituciones, de los que han obtenido viviendas de protección oficial para sus hijos/as de forma fraudulenta, de los que no denuncian o tapan la corrupción interna o de sus socios de gobierno, etc…, lo más probable es que vayan a intentar succionar las energías de esta nueva savia joven emergente para mantener sus intereses personales, no los de las clases menos favorecidas. Si una alianza se diera sin estos requisitos estaría condenada al fracaso, porque el único aval de la izquierda es su integridad y transparencia.
Y es que los granujas mafiosos y oportunistas, encaramados en las instituciones democráticas para medrar en su beneficio, no siempre están «más allá de Calatayud». Precisamente a ellos les favorece el degenerado sistema actual para que no se quiebre. Esta sí que es una verdadera y fuerte alianza. Una peligrosa alianza vergonzante.
Nicolás Puerto Barrios. Miembro de EQUO Córdoba
2 ideas sobre “Alianzas”
Muy bueno Nicolás, espero como tu, que lo nuevos movimientos políticos y sociales que están surgiendo, sepan separarse de toda esta podredumbre que nos esta corroyendo como sociedad y como izquierda.
Paco Molina.
Muy bueno y oportuno analisis.