Como ya hicieron hace 11 meses EQUO Almería vuelve a denunciar la autorización administrativa concedida a una empresa petrolífera canadiense para que la realización de prospecciones en busca de hidrocarburos en el Mar de Alborán frente a las costas de Málaga, Granada y Almería. Estas manifestaciones llegan nuevamente con motivo del 10º aniversario de la catástrofe del Prestige.
Estas acciones alarman a los sectores medioambientales y socioeconómicos del litoral andaluz, no solo por sus indudables repercusiones negativas para un mar tan degradado y vulnerable como el Mediterráneo, sino también por el enorme daño que estas intervenciones causarían en sectores productivos andaluces tan importantes como la pesca y el turismo. De llevarse a cabo las prospecciones, las primeras afectadas serían las praderas de posidonia que se encuentran en esos fondos marinos y a cuyo amparo se desarrolla un amplio ecosistema marino, que convierte esta zona en la de mayor biodiversidad del Mediterráneo. Sus consecuencias negativas enseguida las sufrirían los pescadores con reducciones drásticas del número y variedad de capturas; pero también los miles de familias que viven del sector turístico, que inevitablemente verían como en poco tiempo un mar contaminado, con plataformas petrolíferas que podrían divisarse incluso desde la costa, deja de ser el reclamo ideal para cientos de miles de turistas que buscarán otros destinos más naturales y saludables.
Frente a la actual dependencia energética de los combustibles fósiles o de la energía nuclear, EQUO quieren concienciar a la ciudadanía de que hay una alternativa, que es la apuesta por la energía eficiente; es decir el incremento escalonado de las energías limpias, para conseguir que en 2050 el total de energía consumida sea renovable, ya que esa es la fecha en que consideran los expertos que se habrán agotado todos los yacimientos de hidrocarburos existentes en el mundo. Además, desde EQUO Almería están convencidos de que esta alternativa es una herramienta fundamental para la lucha contra el cambio climático y una fuente de empleo verde y de desarrollo tecnológico, y por ello consideran que hay que realizar importantes cambios en los sistemas de transporte, modificar los hábitos de consumo, apostar por un desarrollo tecnológico propio, cambiar la legislación para facilitar la producción eléctrica distribuida y realizar una producción agrícola en la que haya un menor consumo de energía.