Estamos ya en pleno Siglo XXI y muchos adolescentes no recuerdan nada en sus memorias del pasado siglo XX, pero nuestras empresas sí. Para ello no hay más que observar la forma arcaica y absurda de gestionar los desplazamientos en el mundo de los negocios cuando estamos en la era de las tecnologías y las telecomunicaciones.
Ya hemos hablado y escrito mucho por aquí sobre la importancia de la movilidad sostenible, de la importancia de la peatonalización de las ciudades, del apoyo al mundo de la bicicleta… pero nunca nos hemos parado a reflexionar sobre la movilidad insostenible en el mundo de las empresas.
¿Tiene sentido la cantidad de desplazamientos en vehículos privados, tren o avión que realizan ejecutivos, directivos, comerciales y empleados en general de nuestras empresas? Nosotros creemos que no.
A diario vemos en nuestras carreteras y aeropuertos el trajín de personas desplazándose por cuestiones de negocios. Si eres una de estas personas atareadas ¿cuántas veces has recorrido más de 200 km para una reunión que luego ha tardado menos de dos horas? Da igual, el daño ya está hecho, habremos emitido 28 Kg de CO2 la atmósfera; ademñas de la pérdida de tiempo.
Como decíamos al principio en pleno siglo XXI estos desplazamientos son una insensatez ante el problema más grave de la actualidad: el cambio climático; pero además son un gasto totalmente innecesario para las empresas en la mayoría de los casos. Máxime cuando tenemos al alcances herramientas tan sencillas como las firmas digitales, las videoconferencias, el correo electrónico o el burofax, entre otras muchas.
¿Cuáles son a nuestro criterio las ventajas de un cambio de modelo en la movilidad en el mundo de la empresa?
Como las empresas lo que quieren es ganar dinero, han de saber que lo primero que consiguen es reducir costes para la empresa. Además es una reducción de costes que repercute positivamente en una mayor satisfacción del empleado por tener menos horas de viaje, y de trabajo, para una misma tarea o productividad. Y el beneficio es también para toda la sociedad gracias a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, no contribuyendo a la aceleración del cambio climático.
No queremos decir que no sean necesario estos viajes de forma puntual y con objetivos muy concretos, viajes que serían la excepción que confirme una regla costosa y absurda para todos.
Si tienes responsabilidad en cualquier empresa sobre este tema no estaría de más que le dedicaras algún tiempo a este tema porque ganamos todos. Y todos somos responsables de la emisión de gases que provoca la subida media de temperatura de nuestro único planeta, con todas sus consecuencias. Así todos debemos de ser responsables en implantar soluciones.
¡Todo cuenta! ¿Te apuntas al cambio?