En esta entrada queremos hablaros del cambio de la pasarela peatonal sobre la cartuja a puente abierto al tráfico rodado. Esa transmutación de las gestiones aprobadas en el PGOU, que el Ayuntamiento de Sevilla quiere vender como la única solución posible al problema de movilidad que la Torre Pelli supuestamente supondrá con su puesta en funcionamiento, no llegará hasta por lo menos dos años después de su inauguración. Ni los permisos administrativos ni la financiación están listos, ni parece que vayan a estar a corto plazo.
Cabe plantearse pues, si lo que se entiende de este desfase en los tiempos de ejecución es si realmente el Ayuntamiento no tiene la voluntad de cubrir esta supuesta imperiosa necesidad de la ciudadanía, dejándola durante al menos dos años a su suerte tras crear el problema de movilidad que ellos mismos nos venden, o si realmente es que no serán necesarias semejantes alforjas para este viaje.
Fuera como fuera, una Gerencia de Urbanismo que solo contaba en el presente años con 14 millones de euros para inversiones, no puede ni siquiera soñar con poder abarcar semejante proyecto.
Desde EQUO Sevilla no nos cansaremos de repetir que la solución no pasa por proyectos que la ciudad no tiene la capacidad económica de abarcar, sino por políticas de movilidad sostenible y de refuerzo de un transporte público ordenado y eficiente.