Nuestro municipio de Alcalá del Río cuenta con un bien de incalculable valor, tanto económico, como ecológico, como fuente de salud, etcétera: el Guadalquivir.

Un valor, que ha sido olvidado durante los últimos años, en las que las actuaciones no han ido más allá de la colocación de una valla de madera, de la que apenas queda nada en pie, y de varios bancos que no son accesibles por la maleza existente.
Hace más de dos décadas, se plantaron una importante masa arbórea, que ha ido creciendo con los años y ha conseguido un porte importante aún sin los cuidados que necesita un bosque incipiente.
¿Qué ocurre todos los años junto al Guadalquivir en Alcalá del Río?
La maleza que crece se seca nada más llega las altas temperaturas que sufrimos.
Y ya sea de forma fortuita, o intencionada, se provocan incendios por no haber realizado tareas de mantenimiento manuales que son las requeridas, para poder eliminar estas zonas herbáceas de gran porte, más de metro y medio, sin dañar los árboles que van naciendo gracias a los que han conseguido sobrevivir estos años.
El pasado año, informamos de esta situación a nuestro ayuntamiento en dos ocasiones por redes sociales, y no hicieron nada, produciéndose un incendio que afectó a una parte de la margen del río, contabilizamos la perdida aproximada de 10 árboles adultos, lo que favorece al año siguiente el aumento de la maleza, no propia de esta zona del río.
En diciembre, desde VERDES EQUO, llevamos a cabo la plantación de 17 árboles con su correspondiente señalización y protección en la zona afectada por el incendio del año pasado.
Tras el confinamiento por Covid19 y pasar a la fase 1 de desconfinamiento, hemos podido llegar a tres de ellos, siendo prácticamente imposible ver los otros árboles por el tamaño de la maleza.
Nuestro ayuntamiento debe actuar en esa zona lo antes posible, realizando un desbroce manual, para no dañar los árboles que plantamos y los muchos que han nacido nuevos por sí solos.
Cuando esto se lleve a cabo varios años, conseguiremos tener un bosque de ribera adulto, el cual estará conformado por árboles de alto porte, que proporcionaran el hábitat ideal para muchas especies, así como un sotobosque formado por los nuevos árboles que irán naciendo, no siendo necesaria la limpieza de la maleza, ya que ésta no tendrá suficiente luz, para desarrollarse al tamaño que lo hace actualmente.
Si conseguimos esto, calculamos aproximadamente la necesidad de unos 5 años de limpieza manual para dar tiempo a crecer a los árboles, conseguiremos tener un paraje atractivo y saludable para todos, permitiendo la observación de aves y el disfrute del vivir junto al Guadalquivir.
Además de conseguir un pulmón verde que tanta falta le hace a nuestro pueblo.
Por ello solicitamos al Ayuntamiento de Alcalá del Río que dedique los recursos necesarios para proceder, de forma correcta, en la limpieza y cuidado de esta fuente potencial de riqueza que supone disponer, en unos años, de un bosque de ribera único en las proximidades de Sevilla capital.
Cuidar el Guadalquivir a su paso por Alcalá del Río es cuidarnos.
Necesitamos cuidar y recuperar las vegetación y la naturaleza en el entorno de nuestros pueblos.
En la margen del Guadalquivir las actuaciones deben ser las justas y muy cuidadosas para favorecer el desarrollo de la biodiversidad autóctona, tanto vegetal como animal.
El río Guadalquivir es el gran olvidado de nuestro pueblo.
Miramos más a la presa, que al entorno privilegiado que tenemos y provoca que nuestras tierras de labor sean lo que son.