Día de Andalucía. Cambiemos de rumbo

Cuando llega el Día de Andalucía, el 28 de febrero, todas las personas que vivimos en esta tierra o que hemos nacido en ella sentimos el orgullo de nuestro entorno, la emoción de nuestras raíces.

Por ello es más significativo, si cabe, la enorme contradicción de aquellos que cada día proponen medidas que van en contra de lo que Andalucía y su gente necesitan.

Así, y ante las recetas que ya se han demostrado ineficientes en Andalucía, un territorio en el que el paro y la pobreza no son producto de la aún inacabada crisis sanitaria, sino de unas políticas públicas que han generado empleos precarios, impactos ambientales, y pobreza, proponemos un marco en el que toda Andalucía salga beneficiada.

Un desafío fundamental que debemos afrontar es que el mayor reto global al que nos enfrentamos es el cambio climático. Éste está fuertemente relacionado con las pandemias y con la presión excesiva que las actividades económicas, algunas de ellas con un fuerte desarrollo en Andalucía, como el turismo de masas, la agricultura superintensiva, o la construcción sin control que originó la burbuja inmobiliaria, han generado en nuestra tierra. Pero en cambio, en Andalucía, tenemos un Decreto-ley que suprime medidas de la Ley Andaluza de Cambio Climático tan importantes como el cálculo periódico de la huella ecológica de las actividades económicas.

La Organización Mundial de la Salud y la comunidad científica vienen advirtiendo hace muchos años sobre la necesidad de prevenir las pandemias y el cambio climático, e impulsar una reducción ambiciosa de emisiones de gases de efecto invernadero porque no hay planeta B. Es imprescindible por tanto, que de una vez por todas nos sumemos a su diagnóstico, avalado por personas expertas, para tener las máximas probabilidades de no errar con la terapia e iniciar el cambio de rumbo hacia un nuevo modelo productivo en Andalucía.

Tenemos que preparar nuestra sociedad y nuestra economía para que sea más resiliente y menos vulnerable ante las incertidumbres generadas por fenómenos como las pandemias, o los fenómenos meteorológicos extremos, impulsando un nuevo modelo económico eficiente, que no dependa tanto de factores externos, que priorice los servicios esenciales poniendo a las personas en el centro y que promueva ciudades y pueblos amables pensados para el bien común.

La dependencia casi exclusiva del turismo de masas y de las inversiones inmobiliarias para infraestructuras turísticas, ya se han demostrado insostenibles y no puede ser de nuevo la apuesta de futuro. Necesitamos un modelo productivo para Andalucía centrado en nuestros propios recursos y fortalecer nuestro tejido empresarial, desde la transparencia, la participación, el diálogo y el consenso con las organizaciones sociales, ambientales y la ciudadanía en general.

Día de Andalucía. Cambiemos de rumbo Verdes Equo AndalucíaDesde Verdes EQUO Andalucía representamos otra forma de ver las cosas, otro plan para Andalucía. No es un Plan Marshall que tiña de verde la normalidad a la que no queremos volver. Un plan sencillo, justo, eficaz y humano con objetivos ambiciosos y realistas para Andalucía, que acopla el modelo económico a nuestro territorio. Tenemos todos los ingredientes, potencial, recursos, y personas preparadas, formadas y solidarias, tal y como ha puesto de manifiesto esta crisis. Son elementos que generan confianza en la capacidad de Andalucía para salir adelante sin regresar a recetas fracasadas.

 

Nuestro proyecto se sostiene en cinco fuertes pilares, complementarios entre sí, y cimentados necesariamente en la capacidad tantas veces demostrada de la ciudadanía andaluza:

1.-Soberanía alimentaria. La actividad del sector primario y sus cadenas de suministro hasta llegar a las tiendas de barrio próximas a nuestros hogares es esencial. Las personas que forman parte de la actividad agrícola, los mercados, los transportes, los almacenes, etc., están en primera línea de la cadena de cuidados que sustenta la vida y se ha demostrado que están insuficientemente valorados. Tenemos magníficas huertas, campos de cereal y esa joya que son las dehesas. No tiene sentido y es insostenible que los alimentos que llegan a nuestra mesa recorran 4.000 km de media.

PROPONEMOS el impulso y desarrollo de canales cortos y justos de distribución al sector primario, incentivar a las personas que cuidan el campo y promover entre la ciudadanía un consumo responsable y consciente creando un sólido sector agroindustrial andaluz.

2.- Soberanía energética de Andalucía. Hoy dependemos en un 80% del petróleo, el gas y el carbón que importamos. Se puede invertir esa tendencia, y convertirnos en exportadores de energía limpia. Hay sol, viento y el conocimiento necesario para aprovechar nuestros recursos. Buena prueba son los ensayos tecnológicos en el desierto de Tabernas. Pero además de tecnología, necesitamos reducir nuestro consumo de energía.

PROPONEMOS el impulso a la rehabilitación energética de edificios, una reducción de los desplazamientos laborales y una movilidad saludable y segura, basada en el transporte público, la bicicleta u otros vehículos de movilidad personal, o a pie. Y la creación de comunidades energéticas que fomenten el autoconsumo.

3.- Soberanía económica y financiera. La crisis sanitaria ha demostrado que somos capaces de producir en Andalucía la mayor parte de lo que consumimos. Sin embargo, Andalucía depende en un 80% de la fábrica global y esto nos hace muy vulnerables. Estamos preparados para desarrollar productos y servicios de forma urgente.

PROPONEMOS el impulso a la generación de empleo de calidad en Andalucía, en nuestro sector industrial, con recursos financieros andaluces gestionados con criterios éticos. Un nuevo modelo productivo basado en recursos de nuestro territorio para una nueva economía del bien común. La industria andaluza tiene cimientos para evolucionar con criterios de responsabilidad social, y criterios ecológicos, e impulsar un empleo de calidad, con condiciones justas y que tienda al residuo cero, aprendiendo de los ciclos vitales de la Naturaleza.

PROPONEMOS el apoyo a las iniciativas económicas que producen bien común. Pequeñas y medianas empresas y cooperativas de economía social y solidaria son magníficos ejemplos de los proyectos que necesitan el impulso del gobierno andaluz.

Las actividades de recuperación de espacios y huertas para favorecer la agricultura regenerativa próxima a nuestros pueblos y ciudades, la reutilización y reciclaje de residuos, la planificación de los cuidados, la cultura, la rehabilitación de barrios y viviendas, y los proyectos que impulsen un transporte colectivo, público y sostenible son los elementos en los que debe centrarse nuestro tejido productivo.

PROPONEMOS que la financiación de estos proyectos locales sea ética, transparente, democrática y que la inversión se dirija a proyectos que aceleren la necesaria transición socioecológica y no al fomento de megaproyectos de energías sucias, la industria armamentística o proyectos extractivos que degradan nuestro entorno más cercano.

4.- Soberanía de los cuidados que sostienen la vida. En primer lugar en el ámbito sanitario. Nuestro servicio público de salud tiene que dotarse de los recursos suficientes para atender con garantías a las personas. Pero también el gobierno andaluz tiene que garantizar el acceso al aire limpio, a la alimentación saludable, al agua, a la energía, a la vivienda digna, a la educación de calidad, al transporte no contaminante. Y tenemos que cuidar bien a nuestra infancia y a nuestros mayores.

También es fundamental garantizar unos ingresos mínimos vitales, de acuerdo con los compromisos adquiridos en la Carta Social Europea. Y necesitamos compatibilizar y redistribuir de forma más justa y equitativa el tiempo que dedicamos a nuestros trabajos remunerados, con el tiempo de cuidados, equilibrando el plano material y el afectivo.

PROPONEMOS un reforzamiento de los servicios públicos esenciales, educación, sanidad y servicios sociales y alimentar las redes solidarias de apoyo mutuo que la sociedad andaluza ha ido tejiendo, para co-construir una Andalucía solidaria, fuerte y unida frente a las incertidumbres que puedan producirse.

5.- Soberanía política para tomar las decisiones adecuadas centradas en impulsar el cambio de rumbo. Queremos ser, a través del encuentro y la participación de la ciudadanía, corresponsables del cambio de rumbo que requerimos. Necesitamos información de calidad. Escuchar a la parte científica y trabajar con horizontes y miras largas.

Andalucía es especialmente vulnerable ante el avance del clima desértico, el azote de las sequías y las lluvias torrenciales. Todo nuestro litoral y las marismas están amenazadas.

PROPONEMOS más participación y diálogo en Andalucía, ampliar las redes de trabajo para la toma decisiones, y la aprobación de planes y programas ambiciosos en todos los municipios andaluces, de mitigación y adaptación al cambio climático, que garanticen un futuro digno de ser vivido y blinden nuestros servicios públicos, y nuestro patrimonio natural más preciado.

Queremos extender el “buen vivir” y queremos hacerlo con unidad, de forma solidaria y cooperativa, moviendo juntos el timón para cambiar de rumbo y recuperar los múltiples equilibrios rotos: sociales, económicos, ambientales, de género, generacionales y políticos. Para cada una de las personas que formamos Verdes EQUO, es prioritario dar lo mejor de nosotras, y valoramos profundamente el esfuerzo conjunto. Un esfuerzo que debe superar nuestras diferencias ideológicas y de creencias.

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