Desde una perspectiva evolucionista en la sociedad humana, si hay formas de vivir mejor, habrá gente que las descubrirá, en terminología de Richard Dawkins, genetista y divulgador científico: si hay “primos” también habrá “listos” que prosperaran a su costa. El “primo” no es preciso que sea un individuo, podría ser una institución o incluso un estado. Para que exista reciprocidad social, que es el cimiento sobre el que se sustenta una sociedad justa y equitativa, se necesita, como han demostrado los investigadores de la teoría de juegos que los “tramposos” no solo sean detectados sino también castigados. Si no es así, éstos, que invierten menos y reciben el mismo beneficio, superarían a los íntegros y saldrían airosos. Si salen airosos la reciprocidad peligra y tendrían ventajas evolutivas. Esto es lo que nos dice la ciencia evolutiva sobre la manera de actuar para protegernos de los tramposos, aunque también se añade otra condición y es que para que exista reciprocidad hacen falta individuos a los que no les guste ser engañados y estén dispuestos a hacer algo al respecto, e individuos que se sientan culpables si engañan y no les guste este sentimiento, vamos, lo opuesto al psicópata y a los plutócratas que nos gobiernan.
Si con estas premisas en mente, abordamos lo que está sucediendo en nuestro país, las conclusiones a las que llegamos son dramáticas, ya que se dan todas las condiciones para que caminemos hacia el desastre, pues como dice Arcadi Oliveres: “Estamos en manos de delincuentes” y yo añado, “y seguimos sin reaccionar”.
Nos encontramos con un gobierno que ganó unas elecciones mintiendo a los ciudadanos y que continúa haciéndolo. Sirva como muestra de su larga lista de mentiras sus afirmaciones de “beligerancia contra la subida de impuestos”, “oposición a abaratar el despido”, “en contra de las amnistías fiscales por ser injusto, antisocial y una barbaridad ya que a los que pagan se les suben los impuestos y a los que no pagan y además defraudan se les perdona”, “va a haber empleo y no recortes sociales” “subir el IVA es un disparate” “no pienso dar un euro de dinero público a la banca” y para rematar decía nuestro presidente Sr. Rajoy que España lo que necesita es confianza en la política económica del país y en el gobierno que el formaría con personas bien preparadas y dispuestos a hacer una “política económica como dios manda”.
Bien, esta es la palabrería y verborrea de creyentes dispuestos a hacer lo que el dios mercado les mande, pero los hechos nos cuentan otra historia, y es la de que los especuladores bajo la denominación de mercados siguen aumentando los intereses que nos cobran por el dinero que nos prestan, o sea, que si la vara de medir iba a ser la credibilidad y confianza en el nuevo gobierno, ya vemos que ésta por los suelos; por otra parte el paro sigue aumentando, los impuestos subiendo, los recortes han llegado a servicios esenciales como salud, educación , ayudas al desempleo y a la dependencia, y por otro lado se “inyecta”, eufemismo para decir que “se regalan”, miles de millones a los banqueros responsables de la situación en que nos encontramos.
Es evidente que quienes tienen la misión de detectar y castigar a los “tramposos” no solo no lo hacen sino que en muchas ocasiones parecen formar parte de ese club, ya que se les premia dándoles todo el dinero que piden a costa de expoliar a los ciudadanos, que por otra parte seguimos consintiéndolo, pues tendríamos que estar permanentemente demandando la dimisión de los “necios” que nos gobiernan por cómplices e incompetentes, según el propio barómetro que ellos mismos se pusieron.
Como ejemplos paradigmáticos tenemos estos días lo que está ocurriendo con la entidad bancaria Bankia y con el presidente del Consejo General de Poder Judicial, en ambos casos no parece que haya intención de investigar y mucho menos de sancionar. Sería interesante conocer quienes son los accionistas de este banco y por qué su ruina, consecuencia de la mala gestión de los “brillantes” y “superpagados” directivos, es más perjudicial para el pueblo español que el saqueo de las arcas públicas de los miles de millones destinados a salvarlos.
Como podemos observar por las declaraciones de nuestros gobernantes, no aparece ni por asomo el sentimiento de culpabilidad por los engaños a que nos están sometiendo.
Produce vergüenza ajena escuchar a nuestro presidente Sr. Rajoy y comprobar que la palabra que más utiliza en sus comparecencias es “creo”, cuando trata de explicar lo que se espera que ocurra, o incluso lo que está sucediendo, no aparece por ninguna parte frases como “los hechos nos muestran”, “los datos apuntan o sugieren”. No, todo lo que es capaz de afirmar es su “creencia en que se están haciendo las cosa que hay que hacer y que además son las que dios manda”. Como persona no creyente en vírgenes, santos, dioses, brujas y otras fantasmagorías, estas frases producen escalofríos y una total desconfianza en que se tenga capacidad para resolver nada serio. Pues, al igual que los devotos creyentes de la Santa Inquisición estaban dispuestos a someter a las más crueles torturas a los individuos “afectados por alguna herejía”, con el loable fin de obtener para ellos una “beatifica paz eterna”, a cambio de unas cuantas horas de sufrimiento en la tierra, nuestros gobernantes, apoyados en sus creencias “neoliberales” están sometiéndonos a grandes sacrificios sencillamente porque esa es la solución desde sus dogmas, aunque los hechos nos muestren todos los días lo contrario.
La otra pata de la que cojea nuestra sociedad es la de “individuos a los que no les gusta ser engañados y están dispuestos a hacer algo al respecto”, nos queda mucho que hacer a los movimientos sociales y a partidos como Equo, con compromiso para transformar esta sociedad ante la enorme alienación en que se encuentran los ciudadanos, distraídos como están con banalidades y ajenos a los graves temas que nos afectan.
Ante el escandaloso espectáculo de mentiras y estafas al que estamos asistiendo como testigos, nuestras miradas están en el futbol, eurovisión y las romerías “marianas” (500.000 personas en el Rocío). De pena.
Antonio Pintor Miembro de EQUO Córdoba 29 de mayo de 2012
9 ideas sobre “La conjura de los “listos” (“Tramposos”)”
Contundente y crítico, muy clarificador para las mentes confundidas entre la hipocresía de la clase dominante y el estupor de un torrente incesante de acontecimientos, a cual más impactante. El Estado de Derecho cercado.
Enhorabuena Antonio. Cada vez me alegro más de haberte descubierto y ahora, si me permites, empezar a disfrutarte.
En efecto, vivimos entre mentiras y convivimos con los mentirosos. No solo los consentimos sino que, además, los votamos.
La mentira y el engaño lo impregna todo. Consumimos humo mediante la publicidad y el marketing. Llevamos la máscara de la apariencia y el maquillaje. Consentimos que la banca nos estafe. Pagamos precios sabiendo que están inflados por la especulación. Miramos para La Bolsa como referente de la economía sabiendo que es un engendro de especulación reconcentrada.
Y así nos va. La inopia, que este caldo de mentira induce en el pensamiento de la gente atrofiándolo cada vez más, nos lleva a la inacción.
Me temo que se repite la historia.
Un abrazo.
Siempre te envidié, ahora mucho más. Siempre tengo «mono» cuando tardo en echar un rato de charla contigo, ahora menos porque te leo y te copio, ¡que lo sepas¡
Juan Gutiérrez.
Antonio: Te felicito por tu artículo y por introducirlo en nuestra red.
Estamos muy agradecidos a Jose Mª por lo bien que le ha ensañado a escribir a Antonio,maestros como él es lo que le hace falta al sistema educativo, es una pena que te dediques a la medicina.¡Ah! alumnos como Antonio tampoco vendrian mal al país, aunque acabaran en Alemania.
Querido Antonio: estoy muy orgulloso de haberte enseñado a escribir. Ahora has superado, de largo, al maestro. Tu artículo, brillante y contundente, posee aún más fuerza por venir cargado de ejemplaridad. Pero me haces sentir culpable, por mi aparente desidia, por mi creencia de que es suficiente con ser honesto y buen cumplidor en el trabajo, por mi refugio en procurar la risa y la emoción a través de mis relatos intrascendentes, aunque bellos, en lugar de perseguir un pensamiento crítico, como tan bien haces tú. pero que conste que no he ido al Rocío, eh.
Gracias por enseñarme.
Un análisis claro, un diagnóstico certero y una decidida voluntad a no dejarse engañar, mirando la mierda escondida bajo la alfombra del eufemismo, es a lo que nos invita este loable artículo, cuyo fondo me recuerda a aquel que decía: «la primera vez que me engañaste, la culpa fue tuya; la segunda, de los dos, y a partir de ese momento, soy yo el único responsalbe de tus nuevos engaños.
Felicidades por el articulo
totalmente de acuerdo!!! a seguir diciendo verdades como puños!!
Fantastico articulo , original en sus enfoques y muy agudo. Ánimo a seguir escribiendo que hacen falta mentes lúcidas.