La Junta de Andalucía fracasa con un pobre Plan Forestal Andaluz que, además, incumple.
Tras la cuarta revisión del actual Plan Forestal Andaluz, ha quedado en evidencia que la Junta de Andalucía está lejos de haber cumplido los objetivos previstos, pese a presentar un balance triunfalista, y las zonas forestales de Andalucía no se recuperan. Frente a un compromiso de repoblación anual de 31.600 hectáreas, en años como 2011 sólo se repoblaron 233 hectáreas, un escuálido 0,7% de lo previsto. Tampoco en materia de inversiones o de empleo se han cumplido con el Plan. Tan sólo en el primer decenio el déficit inversor fue de 464 millones de euros.
Como comenta nuestra coportavoz, Isabel Brito, “la superficie forestal en Andalucía constituye el 50,27% del territorio andaluz siendo la dehesa andaluza la mitad del total nacional, un millón de hectáreas. Para sacar el máximo partido a este riquísimo patrimonio, desde EQUO reclamamos que Andalucía ejecute una política sobre las zonas forestales potente que ponga en valor la importancia de nuestros bosques en la generación de beneficios ambientales y empleo en zonas rurales, yendo aún más allá de los incumplidos objetivos del Plan Forestal.”
Por su parte, la también coportavoz, Carmen Molina, declara que “Lejos de impulsar una economía forestal, la Consejería de Medio Ambiente está retrasando la aprobación de importantes planes para el desarrollo rural de Andalucía vinculados con la gestión forestal sostenible como el Plan Estratégico del Corcho, un plan que estaba previsto que se aprobara en otoño 2015 y que aún no ha visto la luz. Con este plan se preveía la generación de 129.000 jornales, y se conjugaba la regeneración y mejora del monte alcornocal, que representa en Andalucía un 48,6% del existente en España, con la promoción de la industria corchera local.”
Así, denunciamos también que se retrasa la aprobación de una la Ley Andaluza de Cambio Climático que apoye la importancia de los bosques y territorios forestales andaluces por los servicios que nos ofrecen, tanto como sumideros que contribuyen a reducir emisiones a la atmósfera como evitando la erosión de nuestros suelos, y generando empleo sostenible.
Por todo ello reclamamos a la Consejería de Medio Ambiente que el desarrollo del Plan Forestal Andaluz, tras su última adecuación de 2015, sea una prioridad del Consejo de Gobierno y promueva un debate amplio que incorpore a las poblaciones de los entornos rurales, a las empresas del sector forestal, universidades, colegios profesionales, etc. Este Plan debe ir en consonancia con la importancia de nuestro patrimonio forestal, y adoptar como medidas urgentes, las actuaciones dirigidas a mejorar la conservación de nuestras dehesas, a ordenar la recolección y aprovechamientos forestales, y que permitan generar empleo local y calidad de vida.
Desarrollar las zonas foretales de Andalucía es apoyar un desarrollo adecuado para las poblaciones de nuestro territorio andaluz.