Pedimos al Ayuntamiento que establezca medidas a corto plazo para mejorar la calidad del aire. Además de un control más estricto sobre las emisiones que provoca la actividad industrial, hay que fijar la atención en la reorganización del tráfico rodado, apostando por un nuevo modelo de movilidad.

Tras conocerse en un estudio del Centro Nacional de Epidemiología la presencia de varios municipios onubenses –especialmente en el entorno de la capital y el área metropolitana- entre los más afectados por la contaminación y cuyos habitantes tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer, desde EQUO hemos reiterado nuestro llamamiento a actuar contra las fuentes de dicha polución, especialmente la industria y el tráfico rodado.
En concreto, reclamamos un mayor control sobre las emisiones del Polo Químico, que recientemente han vuelto a provocar que se registren picos por encima de lo permitido de contaminantes como arsénico –el pasado 9 de octubre- o dióxido de azufre –el día 4 de este mismo mes-.
“Es una obligación del Ayuntamiento trabajar por mejorar la calidad de vida de la ciudadanía de Huelva tan castigada por las emisiones industriales durante tantos años y reclamar para Huelva la ejecución de un plan serio de calidad del aire”, ha declarado nuestra coportavoz, Isabel Brito, que ha señalado además que “es fundamental que el Ayuntamiento de la capital presente ya el Plan de Movilidad para impulsar el transporte público colectivo y no motorizado, y así aportar desde las competencias locales que tiene en materia de calidad del aire su grano de arena para mejorar los índices que se registran en la ciudad”.
“El tráfico rodado es un gran problema de salud de muchas de nuestras ciudades y pueblos, o lo será, y debemos actuar de forma valiente y decidida para solucionarlo. Es imprescindible dejar de invertir en infraestructuras para coches, como aparcamientos o circunvalaciones, y apostar de forma decidida por el transporte público colectivo, la bicicleta y la movilidad peatonal. Esto supone hacer más atractivas estas alternativas que usar el vehículo privado para los desplazamientos urbanos. Tenemos que empezar a asumir que el usar el coche de forma ilimitada en la ciudad es un comportamiento del pasado, nocivo para el conjunto de la población y que debe irse abandonando», ha concluido Brito.
En EQUO reclamamo así más visión integral de la ciudad y de su movilidad a la hora de planificar peatonalizaciones o cualquier otra actuación urbanística. Las restricciones del tráfico deben redundar en una mejora para peatones, bicicletas y transporte público, aliados para conseguir una movilidad más sostenible y un aire menos contaminado en nuestra ciudad.