EQUO eligió Adra, hogar acogedor de culturas, puente entre civilizaciones, para hacer un reconocimiento, a las víctimas del fatídico atentado terrorista de Madrid de hace ocho años y a las víctimas del trágico accidente de la central nuclear Fukushima de Japón de hace un año.
Ya todas las palabras están vertidas, ¿qué más se podría decir?, solo por infinitésima vez hacer una llamamiento a la cordura y a la sensatez.
Son los sentimientos, acompañados de todos los sentidos que tenemos, la conciencia, la percepción, el equilibrio…, los que tienen que guiarnos.
En la playa de Adra, ante la maravilla natural de una puesta de sol flanqueada por los destellos de Júpiter y Saturno, EQUO realizó un íntimo homenaje a tantas mujeres, hombres, niñas y niños, inocentes todos, caídos ante la violencia gratuita y los intereses económicos.
Ni una víctima más, ni un hermano, ni una madre, ni una hija, …
Un día más y en un acto más, EQUO quiso expresar de este modo que sea el compromiso por un mundo mejor lo único que debe marcar la agenda de todos y todas las personas de este nuestro pequeño hogar, el planeta Tierra.